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Representantes de la megatorre de Arroyito apuraron a los concejales: piden que se habilite el hotel

Los ediles rosarinos que integran la comisión de Planeamiento recibieron (pese a que la audiencia no estaba prevista) a un grupo compradores de unidades y ejecutivos del desarrollo inmobiliario Torre Shopping

Los concejales rosarinos que integran la comisión de Planeamiento recibieron (pese a que la audiencia no estaba prevista) a un grupo compradores de unidades y representantes del desarrollo inmobiliario Torre Shopping, ubicado en bulevar Rondeau y Juan B. Justo. Allí, los privados solicitaron el tratamiento del mensaje del Ejecutivo para que el emprendimiento, un hotel, se ponga en marcha. Señalaron que “el acuerdo para la explotación se firmó hace varios meses” y marcaron –en este caso, el apoderado del fideicomiso- que están «interesados y preocupados en el avance del expediente”.

Tras eso, expresaron que “la mayoría” de las situaciones litigiosas originadas a partir de la decisión de transformar departamentos en habitaciones para renta hotelera “ya fueron solucionadas”. E insistieron en la necesidad de obtener el tratamiento del cuerpo para que “el hotel pueda funcionar”.

El apoderado recordó luego que “el fiduciario se había comprometido a garantizar” el dinero para el caso de tener que hacer frente a litigios de quienes no compartieran el cambio de destino de la construcción.

También expuso el gerente del futuro hotel. El hombre mencionó que en abril “se firmó el convenio con la Municipalidad”. Y precisó que “se contratará a un montón de personas de manera directa e indirecta”.

En el mensaje del Ejecutivo se expresa que “durante el año 2020 se firmó entre el Fideicomiso de Administración Hotelero Rosario Business y la cadena internacional Accor un contrato de franquicia por 20 años para la explotación en el inmueble de un importante emprendimiento hotelero de 4 estrellas superior, con bar, restaurante, oficinas y salas de reuniones, spa, pileta y gimnasio exclusivo para huéspedes”.

La concejala opositora Fernanda Gigliani, ante el reclamo, recordó que el edificio se construyó «con una altura que no existe y eso tiene que ver con la responsabilidad del municipio”. Y también mencionó que ella misma “fue a la justicia” con relación al tema.

De inmediato le respondió la edila oficialista Verónica Irizar. «Esa es la mirada de la concejala, no la de todos nosotros”, indicó.

Un poco de historia

Vale recordar que en el mes de junio el Ejecutivo municipal terminó de acordar con la empresa Aldic una solución al complejo Torre Shopping. Esto se dio luego de la polémica por las infracciones a las normas de construcción y hasta denuncias de los inversores por cambios no previstos en el proyecto. El entendimiento permitirá la habilitación del hotel y cubrirá el pago por contingencias judiciales si prosperan las denuncias de los inversores.

Todo se había iniciado en 2010 cuando Aldic, desarrolladora de los barrios abiertos Tierra de Sueños en Roldán, anunció la construcción de un condo hotel de 25 pisos que arrancó en obras en 2011. Unos 240 departamentos, 100 cocheras, 10 locales comerciales en planta baja, una sala de conferencia, microcine, restaurante, spa, gimnasio, pileta, quincho, solarium, guardería para niños y un bar giratorio en su último piso eran algunas de las amenidades con las que iba a contar el edificio que está en la intersección Rondeau y Avenida Alberdi.

Ya desde el inicio de la construcción hubo fuertes polémicas por la excepción que consiguió para construir a una altura dos veces mayor a la permitida en la vistosa esquina. Una excepción que no pasó por el Concejo.

Pero el edilicio no fue el único conflicto. A una década de empezada la construcción y por la falta de conclusión de las obras, los casi 200 inversores que aportaron al fideicomiso de viviendas empezaron a tomar temperatura porque nunca pudieron acceder a los departamentos, tanto para irse a vivir o buscarle una renta.

Fue ahí que Aldic cambió el proyecto y en vez de combinar viviendas y un condo hotel, como estaba previsto, acordó con la cadena hotelera Accor (marca Mercure) que pase a explotar el inmueble.

Como resarcimiento, Aldic empezó a ofrecer a los inversores que se adherían al cambio (suscribiendo un nuevo fideicomiso, pero ya no de viviendas) un porcentaje de ganancias que deje el hotel o terrenos de sus loteos. Fue así que hubo inversores que suscribieron el cambio, algunos que lo supeditaron a que el desarrollador tenga todas las habilitaciones al día y una docena que se negaron, algunos reclamando incluso en instancias judiciales.

El acuerdo

Según el portal Rosario3.com, finalmente se resolvió armar un fideicomiso, administrado por la fiduciaria del Banco Municipal (BMR Mandatos), en el que Aldic dejará depositado una caución que a precios de hoy equivale a unos $12 millones que queden como resguardo en caso de que las denuncias judiciales de los inversores en contra los desarrolladores prosperen.

¿Cómo se llegó a ese monto? Se encargó una auditoría en el que se categorizaron los pleitos entre los que tenían sentencia, los que estaban en trámite y los ahorristas que sólo intimaron. En total hubo 9 inversores en las tres categorías, y en base a lo que costó la primera sentencia en firme se hizo un estimativo de lo que podría salir para Aldic si todos los casos terminaran en su contra y se llegó al número de $12 millones.

Una vez constituido el fideicomiso e integradas la garantía, la Municipalidad debe habilitar la actividad del hotel Mercure, que ya está listo. Además, se le cobrarán fuertes multas a la desarrolladora por las infracciones en la construcción para obtener el final de obra.

En rigor, la mayoría de los inversores ya adhirió al cambio y de los que no lo habían hecho esperaban la resolución del conflicto, por lo que ahora que se va a habilitar el hotel (y empezarán a ser parte de las ganancias que genere), se espera que se sumen.

De todos modos, el acuerdo necesita la aprobación del Concejo, que aún no termina de salir. De allí la presencia este lunes de representantes de la compañía.

La gran estafa

Por su parte, la concejala Gigliani, de Iniciativa Popular, recordó que en su momento había realizado una denuncia penal respecto al emprendimiento. Y luego Indicó: “No hace mucho descubrí boletos de compraventa de quienes no compraron una habitación de un hotel, sino una vivienda”. Por lo que calificó a la situación como “una gran estafa”.

La edila denunció que “hay un edificio de más construido”, en referencia a la mayor cantidad de pisos que los autorizados para dicha zona de la ciudad.