Grupos de policías españoles dispararon ayer balas de goma y arremetieron contra manifestantes cerca del Parlamento en Madrid en un intento por dispersar una marcha contra el ajuste y el presidente Mariano Rajoy. Perseguidos por policías, los manifestantes corrían en todas direcciones desde la Plaza Neptuno, la zona más próxima al Congreso. El dueño de un restaurante salió en defensa de un grupo de activistas que se refugió en su local, echando a un grupo de policías que pretendía ingresar a detenerlos.
Según un balance provisional, al menos 14 personas resultaron heridas, una de ellas “grave”, al sufrir “una patología cervical” y tener “una posible lesión medular”, informó una portavoz de los servicios de emergencia. Por otra parte, al menos 14 personas fueron detenidas, según un balance provisional de la policía. Los agentes antidisturbios intentaban dispersar a miles de manifestantes que seguían reunidos cerca del Congreso de los Diputados al grito de “Dimisión” para denunciar una democracia “secuestrada” y sujeta a “los mercados financieros”.
Los agentes habían estacionado varios furgones policiales alrededor de la cercana plaza de Neptuno para mantener alejados a los manifestantes, que habían acudido a mostrar su malestar con la forma en que el gobierno español está gestionando la crisis económica. “Menos policía, más educación”, era otro de los reclamos.
Muchos, con las manos en alto, coreaban: “Manos arriba, esto es un atraco”, expresando su impresión de que los más pobres están pagando la crisis mientras los banqueros están siendo rescatados.
La manifestación había sido convocada por varias organizaciones y movimientos de “indignados”, que denuncian un sistema político que, según ellos, priva a los españoles de voz en la crisis.
“Nos han robado nuestra democracia”, denuncia Soledad Núñez, una comerciante de 53 años de Castilla y León (norte) que luce dos claveles rojos y una pancarta que reza: “¿De verdad crees que cruzando los brazos esto se arregla?”. “Hemos perdido la libertad, nuestro sistema de bienestar con los recortes en sanidad y educación. Tengo dos hijas y este año tuve que pagar mucho más para sus estudios”, añadió.
La crisis económica, consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria y de políticas neoliberales, condujo a España a la recesión, dejando a millones de personas sin trabajo y a muchas familias en la pobreza.