La Policía de La Pampa rescató a tres mendocinos que caminaron desorientados durante 36 horas, bajo un intenso calor y sin agua. Los habían contratado para hachar algarrobo en un monte a cambio de 300 pesos por día, informó el diario mendocino Los Andes.
«Los encontramos de milagro, aún no sabemos por qué tomamos esa dirección porque todo es monte. Estaban deshidratados, quebrados emocional y físicamente», dijo hoy el subcomisario de la Policía pampeana Omar Sabaidini al relatar el rescate de los hacheros, el viernes pasado.
Habían caminado 36 horas y por suerte, uno de ellos se subió a un árbol y pudo llamar al 101 pidiendo auxilio, aunque no supo decir en qué lugar estaban; por eso insisto en que encontrarlos fue un milagro ya que no hubieran resistido un día más», agregó.
Sabaidini destacó el trabajo conjunto con agentes de la Policía mendocina que ayudaron en la búsqueda desde la localidad de Cochicó.
Se trata de hombres jóvenes de 32, 23 y 20 años de San Rafael que habían sido contratados para hachar en un monte por el dueño de un campo de la zona sur de Mendoza, en el límite con La Pampa, indicó el Policía.
Según informó el diario pampeano La Arena, se les había dicho que le iban a pagar 300 pesos diarios para hachar algarrobo y que iban a llenar un chasis por día. Sacaron las cuentas y le convenía, pero cuando llegaron al monte había un algarrobo cada 300 metros.
“Los tenían muy mal, para alimentarse les daban papas que les descontaban de la paga, además de que les daban muy poca agua; y la persona que los llevó alteró la batería del tractor para que no escaparan y les dijo que el camión que había no funcionaba”, confió Sabaidini.
Ante este panorama, los jóvenes decidieron irse y en el camino se perdieron. El patrón les había dicho que estaban a 12 kilómetros de la ruta.
Según contó el subcomisario, para sobrevivir tuvieron que tomar agua de los charcos que se habían formado con la lluvia de días anteriores.
“Sufrieron mucho, los encontramos descalzos, de tanto caminar ni siquiera les aguantó el calzado. Tenían los pies hinchados, con ampollas. Tenían agotamiento físico y deshidratación. Vivieron una situación extrema”, concluyó.