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Rescataron de una alcantarilla a una perra y sus cachorros

Fueron varios integrantes de la Policía Comunitaria. Daniel Ojeda Medina le contó a El Ciudadano cómo tuvo que arrastrarse cuerpo a tierra unos 15 metros por el caño maestro de desagüe para salvarlos

Ocho cachorros y una perra pitbull quedaron atrapados en una alcantarilla en la zona sur de Rosario. Los perritos tienen unos días de vida y la madre fue a tenerlos allí para protegerlos. Pero no podían salir. La situación fue posteada en redes sociales y así llegó a conocimiento de integrantes de la Policía Comunitaria. Se llegaron hasta el lugar, y uno de ellos bajó casi dos metros hasta el caño maestro. Tuvo que arrastrarse cuerpo a tierra otros 15 metros para poder rescatarlos y contó el periplo a El Ciudadano. También, arriesgó una hipótesis: por las marcas que le vió a la madre, calcula que la usaron en peleas caninas clandestinas. Vecinos contaron que hace poco la perra tuvo otra camada de crías pero alguien se las mató. Por eso, eligió un lugar más resguardado, que al cabo resultó una trampa.

Daniel Ojeda Medina es Jefe del Tercio Beta de la Policía Comunitaria. Es quien fue etiquetado en la publicación de Facebook que hablaba de los cachorros atrapados en el caño de desague pluvial. Era de un vecinos que había escuchado los lamentos de los cachorros y visto salir por la alcantarilla a una perra con las tetas hinchadas, a la que supusieron la madre.

Este sábado, cerca de las 9.40, cuatro efectivos de la Policía Comunitaria se acercaron hasta Avenida del Rosario y Flamarión. “Generalmente me etiquetan y me informan”, contó Ojeda Medina. Es que, explicó, muchos de los rescates de animales en los que participa es por avisos similares.

“Fuimos apenas entramos en servicio y yo me encargué de bajar y entrar en el caño para rescatar a los cachorritos y a la perra”, explicó Daniel.

Los perritos y su madre estaban en un caño maestro de desagüe. Tuvieron que cortar el tránsito, porque la boca de ingreso más cercana a los animales estaba a mitad de cuadra. Los cachorros no estaban cerca del acceso, sino a 15 metros. “Fue bastante complicado, porque el caño tiene un espesor de unos 60 centímetros y no permite mucha movilidad”, dijo Daniel. Tuvo que bajar un metro ochenta por el ingreso a la red y después acercarse cuerpo a tierra hasta los pichichos, que estaban con su madre.

“Primero le puse un bozal a la perra, luego empecé a alzar a cada uno de los cachorritos. En ese momento, la madre se puso un poco violenta, pero es por el instinto animal de protección y, además, porque se nota que es una perra que ha sido bastante golpeada”, explicó.

Los cachorritos tienen unos diez días de vida. Son cuatro hembras y cuatro machos. La madre es una pitbull. Ojeda piensa que no tuvo una vida fácil. Sospecha que la utilizaron para peleas clandestinas, porque le vio el cuerpo lleno de marcas de golpes y otras cicatrices de vieja data. “Tenía quemaduras en su cuerpo, se nota que fue maltratada”.

Los quiso resguardar

Los vecinos de la zona sur recordaron que la perra había tenido hace poco otra camada de cachorros que, denunciaron, alguien mató. No quedó ninguno vivo. El jefe de la Policía Comunitaria cree por eso la pitbull, esta vez,  los fue a parir en la alcantarilla para protegerlos.

Solidaridad

Varios vecinos se acercaron a colaborar con los policías-rescatistas. Una muchacha llevó a los perros hasta una veterinaria de la zona, ubicada en Arijón al 2300. Prometió que, una vez que los revisen y corroboren que estén en condiciones saludables, los llevará a un hogar transitorio de la zona para que los ofrezcan en adopción. Daniel Ojeda Medina agregó que Matías, empleado en una carnicería cercana, fue quien le prestó los guantes para que pueda bajar y rescatar a los perros. “Todos mostraron su solidaridad y se recoparon”, sonrió el agente.

Maltrato animal

El jueves pasado, Ojeda asistió al rescate de un perro en la zona norte y lleva en su haber unos 800 caballos recuperados de malos tratos o condiciones de extrema vulnerabilidad. “Está todo en mi Facebook”, se jactó Daniel.

Recordó que el rescate que más le costó fue uno a principio de mayo de este año. Un cachorro en la zona oeste estaba atascado en una boca de tormenta y a 12 metros de profundidad. “Intenté rescatarlo, pero la soga se me cortó en dos oportunidades y finalmente tuvimos que solicitar ayuda de la Municipalidad de Rosario que lograron sacarlo usando una escalera”, concluyó.

 

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