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Rescatan en Rosario una perra que estaba en extrema desnutrición y el cuidador «no le daba ni agua»

Tras una denuncia al 147, la Secretaría de Control secuestró una Dogo. Se la puso a resguardo en el Imusa y hoy se rehabilita en manos de una protectora

Una historia con final feliz. La Municipalidad de Rosario rescató días atrás una perra de raza Dogo en malas condiciones de salud y estado de extrema desnutrición en un domicilio del Distrito Norte de la ciudad. La intervención se dio tras una denuncia al 147 por maltrato. En un primer momento, el animal estuvo a resguardo en el Imusa. Y luego fue acogido para su rehabilitación por la organización Felinos Callejeros. En ese marco, a tres semanas del rescate y raíz del compromiso de todas las partes involucradas, la perrita sigue recuperándose, ya tiene nombre, Perica, y en breve será dada en adopción.

“Historias como éstas marcan que, controlando y trabajando en conjunto con las organizaciones, logramos cosas importantes. Para nosotros este tipo de intervenciones de cuidado animal también son una prioridad y vamos a seguir adelante”, señaló Diego Herrera, el secretario de Control y Convivencia.

El rescate se llevó a cabo en la calle 13107 al 3100, del Distrito Norte, tras un llamado al 147. En el lugar se halló una perra de raza Dogo en muy malas condiciones de higiene, extrema desnutrición y “llena de garrapatas”.

El morador, que finalmente aceptó entregarla para que se le pueda dar asistencia y ponerla a resguardo, apenas atinó a admitir que se “había dejado estar” con el animal.

El trabajo en el terreno fue realizado por la Dirección de Proximidad (dependiente de la Secretaría de Control), en conjunto con la Oficina de Protección y Bienestar Animal y un médico veterinario de la Dirección de Control Urbano. Acudieron acompañados por agentes de la Brigada de Rescate de Animales de la Policía de la Provincia de Santa Fe.

En un primer momento, la perra estuvo a resguardo, por algunos días, en el Imusa. Y luego fue recibida para su rehabilitación y cuidado por la organización Felinos Callejeros, todo en el marco del permanente trabajo conjunto entre el municipio y las protectoras.

Lo cierto es que, a tres semanas del rescate, y raíz del compromiso de todas las partes involucradas, la perra sigue en plena recuperación y se encuentra muchos mejor. Incluso, ya tiene nombre; ahora se llama Perica. Y la idea es que en breve sea dada en adopción definitiva a través de la propia organización protectora, siempre bajo la supervisión del Ejecutivo local.

«El compromiso con nuestros animales compañeros tiene que ser para toda la vida. Son parte de nuestra familia y no deben abandonarse ni maltratarse. Es por eso que vamos a seguir trabajando en cuidado responsable», señaló Sabrina Latino, responsable del Oficina Municipal de Protección y Bienestar Animal.

Por su parte, Lucas Marino, de Felinos Callejeros, manifestó: “Por suerte Perica viene bastante bien. En estos días la vamos a llevar a vacunar, después tenemos que coordinar para esterilizarla. Y una vez lista ponerla en adopción. Así luego podemos ayudar a otro perrito”.

“La idea es que la gente se involucre. Así como lo hacemos nosotros, queremos que se pueda ayudar a animalitos que son rescatados por la Municipalidad. Ya sea ofreciendo un lugar de tránsito o hasta poder darla en adopción. También está bueno tratar de fomentar que la gente denuncie cuando hay un caso de maltrato o falta de atención”, añadió el joven.

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