Sebastián Merayo es integrante de un grupo de historiadores –que también conforman Sabrina Aquino, Emiliano Fagotti, Martín Gabiniz, Laura Scopetta, Paulo Menotti, Antonio Oliva, Alex Ratto y Pablo Torres– que llevan adelante actividades de lo que se dio en llamar Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas (Cehti) y que se dieron la tarea de rescatar fuentes históricas para que sirva para investigaciones futuras.
La vanguardiadigital.org estará en disponibilidad para su uso tras su presentación, el próximo jueves 21 de noviembre, en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (Entre Ríos 751).
De la presentación participarán Hernán Camarero y Diego Ceruso (CEHTI), entre otros. Merayo destacó los alcances de la iniciativa que lleva adelante con su grupo de compañeros haciendo hincapié en lo fundamental de esta tarea para la consulta de futuras generaciones de investigadores de la historia política argentina. “Vanguardiadigital.org es un portal que hemos creado desde el Cehti Rosario para ir subiendo en soporte digital el diario socialista La Vanguardia, de Argentina.
Si bien el nombre se debe a que nos proponemos la digitalización casi en su totalidad de este periódico, no nos cerramos a que en un futuro podamos digitalizar otro tipo de fuentes, siempre vinculadas a las izquierdas y al movimiento obrero”, expresó Sobre para qué sirve digitalizar un diario antiguo, el historiador disparó: “Sirve para que aquellas personas, investigadores, estudiantes, militantes, docentes, quienes quieran consultar este material, puedan tener la opción de recurrir a la web para poder bajarse los tomos digitales.
Es parte de la política, que creemos necesario, como grupo, poner al alcance de toda la sociedad y poder romper con la política mezquina de archivos cerrados. Sabemos que es muy difícil en nuestro país poder acceder a este tipo de fuentes. En la mayoría de los casos hay que viajar a Buenos Aires y los criterios para la disposición de esos archivos son muy distintos entre sí.
Ponerlo libremente es un llamado de atención a quienes podrían ocuparse para que el patrimonio histórico de la izquierda esté al alcance de todo el público interesado”.
Preservar fuentes históricas
Acerca de por qué es importante rescatar la historia de las trabajadoras, los trabajadores y de la izquierda, Merayo apuntó: “Rescatar la historia de los/las trabajadores/as y de las izquierdas es importante porque los orígenes del movimiento obrero en nuestro país, y en otros similares, se forjó en base al abnegamiento y al esfuerzo militante de miles de trabajadores que en situaciones de clandestinidad, represión y hostigamiento fueron haciendo sus experiencias político-sindicales.
Las diversas tradiciones e identidades políticas que le fueron dando forma y materialidad al movimiento obrero han permanecido ocultos o enmarcados en una genealogía que las ubica casi en una prehistoria de la clase trabajadora en Argentina. Por ello, la importancia de hacer este esfuerzo, que también lo entendemos como una tarea de militancia, es en cierta forma un homenaje a aquellos hombres y mujeres que crearon las primeras organizaciones de las/los trabajadores/as”. Hay un eje muy importante en el trabajo, que es preservar las fuentes históricas. En relación a ese aspecto, el historiador destacó: “Las fuentes históricas, así como los trabajos de investigación que vienen del campo de la historia y de las demás ciencias sociales, deben estar al alcance de las mayorías.
Para nosotros ese es un criterio principal e indispensable, porque son fuentes y trabajos que hablan de esas mayorías. En el caso de las fuentes, es muy importante poner al alcance de toda persona un archivo histórico.
Al alcance de cualquier persona
Eso refleja tanto la experiencia política de una tradición y una identidad, pero además muestra el esfuerzo de este grupo. Es una invitación que pone en perspectiva el vasto campo de estudios del movimiento obrero y de las izquierdas al alcance de cualquier persona.
Y es sobre todo, una manera de decir que esta historia no está agotada. Es también una invitación a ampliar el conocimiento sobre ese pasado. Por ello, llama la atención como, además del Estado, las instituciones privadas o los partidos políticos se rehúsan a abrir sus archivos. Por último, cabe señalar, que además del origen, debemos tener presente que estas fuentes atravesaron todo el siglo XX, con la complejidad que ello significa, todos los golpes de Estado y las persecuciones que atravesó el movimiento obrero.
Por eso, que esas fuentes se mantengan conservadas aún hoy, es un reflejo de la resistencia y, por qué no, de las esperanzas colectivas.
