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Respuestas por un crimen

Ayer se realizó la segunda autopsia al cuerpo de una mujer policía asesinada hace casi 12 años en un presunto enfrentamiento, ya que la familia de la víctima quiere despejar “irregularidades”.

En la madrugada del 20 de noviembre de 1999 una agente de policía del Comando Radioeléctrico de Granadero Baigorria fue asesinada en una zona rural de esa localidad en un presunto enfrentamiento armado. Ayer, a casi 12 años del homicidio, sus restos fueron exhumados por segunda vez y sometidos a una nueva necropsia en el Instituto Médico Legal de Rosario. La medida fue solicitada por familiares de la víctima, quienes en 2008 pidieron reabrir la causa judicial para despejar “irregularidades” en el curso de la investigación.

Jorgelina Lorena Martínez tenía 22 años y llevaba tres meses dentro de la fuerza policial cuando fue asesinada de un disparo en la cabeza, durante un presunto enfrentamiento armado que se desencadenó cerca de la 1.30 del 20 de noviembre de 1999, cuando la joven patrullaba caminos rurales por la zona oeste de Granadero Baigorria junto con otro efectivo policial, identificado como Marcelo E., a bordo de un automóvil sin identificación.

Según la versión oficial, la pareja de uniformados avistó a dos sospechosos que caminaban en cercanías de la avenida Sylvestre Begnis (hoy ruta provincial 34S, que une Baigorria con Ibarlucea) y el llamado Camino Muerto, una zona con escasa iluminación y muy arbolada, y les pidió identificación, pero los mismos respondieron con disparos.

La mujer, que viajaba en el asiento del acompañante, recibió un disparo en la cabeza y falleció antes de ser asistida por la ambulancia y sin alcanzar a desenfundar su arma reglamentaria. En tanto, su compañero –quien dijo haber contestado el fuego– resultó ileso mientras que los supuestos atacantes se perdieron en la oscuridad de la noche. El deceso de Martínez causó gran impacto en su momento, ya que fue la primera muerte de una agente desde la incorporación de mujeres ala Policíasantafesina.

Una herida que no cierra

El relato de los hechos nunca conformó a los familiares de la joven asesinada, quienes decidieron reabrir la causa judicial que ya había sido archivada. Según indicó Luis Tomasevich, abogado patrocinante del viudo de Martínez, la causa judicial acumuló una serie de irregularidades que la familia pidió despejar. Entre las mismas, mencionó la desaparición de la bala extraída de la cabeza de la víctima, un informe erróneo de una médica del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria que primero dio cuenta de dos orificios de bala en la cabeza y luego se retractó en uno, la ausencia de testigos que en un inicio habían mostrado intenciones de brindar información y la desaparición de fotos y radiografías.

Por eso, a más de dos años de la reapertura de la causa, ayer se realizó la segunda necropsia que tuvo lugar luego de la exhumación del cuerpo, en el Instituto Médico Legal (IML) de bulevar Avellaneda y 3 de Febrero. La medida estuvo a cargo del médico Víctor Frigeri y fue presenciada por el abogado Luis Tomasevich junto con otro médico de parte, con orden del juez de Instrucción de la 7ª Nominación, Juan Andrés Dónnola.

Según indicó Tomasevich, lo que intentaban despejar con la revisión del cadáver era si la mujer presentaba uno o dos orificios de bala y en qué lugares, porque nunca “nos cerró” el relato de los hechos que la ubicaban sentada en el asiento del acompañante con una herida en el lado derecho de la cabeza, es decir, producto de una agresión sufrida desde la ventanilla del vehículo.

No obstante, los primeros resultados obtenidos ayer confirmarían esa versión, ya que se constató un solo orificio de bala a la altura del hueso parietal derecho.

Así lo adelantó ayer el médico de parte momentos después de la medida. “No se encontró nada que no se haya encontrado en la necropsia anterior”, aseguró el profesional tras agregar que se tomaron muestras del cráneo, cuero cabelludo y ADN para descartar todo tipo de dudas sobre la identidad del cuerpo.

“De todas formas hay que esperar los resultados finales”, concluyó Tomasevich tras remarcar que la causa se reabrió por las irregularidades mencionadas y recordó que las sospechas acumuladas durante años se inclinan sobre que el asesinato de la mujer fue en el marco de una interna dentro dela Policía.

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