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Son de los siglos XVIII y XIX

Restauran dos casas declaradas monumentos históricos en la ciudad de Santa Fe

Se trata de la Casa de los Aldao y la Casa de Sor Josefa Díaz y Clucellas, cuya puesta en valor demandará una inversión de 80 millones de pesos, precisó la Secretaría de Arquitectura y Obras Públicas santafesina


Dos casas de los siglos XVIII y XIX que integran el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Santa Fe y que fueron declaradas monumento histórico por su valor como exponentes de los períodos colonial y republicano, respectivamente, comenzaron a ser restauradas por el gobierno provincial, se informó oficialmente.

Se trata de la Casa de los Aldao y la Casa de Sor Josefa Díaz y Clucellas, cuya puesta en valor demandará una inversión de 80 millones de pesos, precisó la Secretaría de Arquitectura y Obras Públicas santafesina.

La Casa de los Aldao, situada en calle Monseñor Zaspe 2861, data de 1711 y perteneció siempre a la misma familia, desde Márquez-Montiel, que la construyó en esa fecha, hasta los Aldao, que fueron los últimos propietarios.

Esa casa, una de las más antiguas y tradicionales que se conservan en la zona donde se inició la ciudad, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942.

En tanto, la Casa de Sor Josefa fue construida aproximadamente en 1850 y fue declarada Monumento Histórico Provincial en 1998, sujeta a expropiación por ley en 2006.

La casona fue residencia de la pintora Josefa Raimunda Hermenegilda Díaz y Clucellas, luego Sor Josefa, cuyas obras eran costumbristas.

La antigua casa familiar era modesta, de la periferia de la ciudad en ese momento pero ubicada donde ahora es el centro, y presenta un planteo simple en L, de habitaciones corridas y abriendo a una galería, según se informó.

La ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, dijo que “recuperar estos espacios para la sociedad santafesina significa preservar la identidad arquitectónica y cultural de casas que tuvieron un protagonismo histórico en la conformación de la República por un lado, y de figuras como Sor Josefa, que fue la primera pintora de Latinoamérica”.

“Cada una es el reflejo de un pasado que posee su historia, de la época, la arquitectura y el mobiliario, y de cuestiones que refieren a lo intangible, lo subjetivo, lo que trasciende los ladrillos y las paredes y que se vuelven a conocer a través del turismo”, afirmó Frana.

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