Los restos del arquitecto Oscar Niemeyer, quien murió ayer a los 104 años, arribarán esta tarde a la capital brasileña, donde se realizará un cortejo fúnebre que pasará por el centro de la ciudad y llegará hasta el Palacio del Planalto, en donde se llevará a cabo un velatorio con acceso al público.
Centenares de personas se acercaban ya este mediodía al Palacio del Planalto aguardando bajo un calor agobiante que lleguen los restos del hombre que dio una identidad única a Brasilia, por la que se hizo famosa en todo el mundo.
Tras ser embalsamado, el cuerpo será trasladado desde Río de Janeiro a las 13 (12 hora argentina) y arribará a Brasilia a las 14.30, por idea de la presidenta Dilma Rousseff, quien personalmente pidió que fuera velado en esta ciudad, informaron a Télam fuentes oficiales brasileñas.
Un cortejo fúnebre recorrerá las calles principales de Brasilia, especialmente la famosa Esplanada dos Ministerios, la zona central que aglutina la mayoría de los edificios diseñados por Niemeyer y que hicieron mundialmente reconocida a esta capital.
Luego del cortejo, los restos de Niemeyer serán ubicados en el Palacio del Planalto y desde las 16 hasta las 20 velados con acceso al público, en una ceremonia de la cual participará Rousseff.
Mañana, el cuerpo de Niemeyer volverá a la ciudad donde residía, Río de Janeiro, para ser enterrado allí.
Esta mañana, todos los edificios públicos de Brasilia amanecieron con la bandera a media asta y el gobierno del Distrito Federal (en el que se localiza la capital) decretó siete días de luto.
