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Resumen agitado de la primera semana de debate del aborto y claves para saber qué se viene

Pasaron 71 personas que hablaron a favor y en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. También expuso el poder ejecutivo con eje en la salud, la justicia social, los derechos humanos y la democracia. El tratamiento será presencial el 10 de diciembre y habrá movilizaciones en todo el país

Pasó la primera semana de debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso Nacional y la Argentina se acerca, cada vez más, a un 2020 con aborto legal. Desde el martes, hubo plenario de las comisiones de Salud, Mujeres y Diversidad, Legislación General y Legislación Penal de la Cámara de Diputados, las cuatro en las que se discuten tres iniciativas que buscan legalizar y despenalizar el aborto voluntario hasta la semana 14 de embarazo. Entre el martes y el jueves las y los legisladores escucharon 71 voces a favor y en contra de representantes de la sociedad civil, que se suman a las más de 700 que se oyeron en el debate de 2018.

Los argumentos que apoyan el proyecto se centraron en que se trata un problema de salud pública y hablaron de derechos humanos, justicia social y democracia, además de dar datos que dan cuenta de la urgencia de la aprobación de la ley. También remarcaron que la discusión no es aborto sí, aborto no, sino legal o clandestino. Del lado opositor, esta vez no hubo fetos ingenieros, pero sí lugar para literatura fantástica de El señor de los Anillos, los dogmas y los argumentos pseudocientíficos. El jueves por la tarde y el viernes fue el turno de exposiciones de diputados y diputadas a favor y en contra. El dictamen, previsto para el cierre de esta semana, pasó al miércoles próximo. Este sábado se confirmó que el proyecto se votará en el recinto un día después, el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. La sesión será presencial con un protocolo especial. Y habrá movilización en las calles del Congreso y vigilias en plazas de todo el país.

Cómo llegamos hasta acá

Después de un año atravesado por la pandemia de coronavirus, el 17 de noviembre Alberto Fernández cumplió con la promesa de campaña y a través de un video que publicó en redes sociales anunció el envío al Congreso Nacional del proyecto de ley de Regulación del Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. La iniciativa fue presentada junto con otra ley para crear el Programa de los 1.000 Días, que busca acompañar los primeros tres años de maternidad para quienes elijan ser madres. El presidente había anunciado el envío de los dos proyectos en la apertura sesiones del Congreso el 1 de marzo de 2020 y estaba previsto que llegaran a mediados de ese mes, pero todo quedó en suspenso por la llegada del covid-19. En estos ocho meses los feminismos y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito mantuvieron el tema en agenda y pidieron que Fernández cumpla con la promesa de campaña y que el Congreso apruebe la ley este 2020. El hecho de que sea el propio presidente el impulsor de la ley de aborto legal no es un dato menor. Es la primera vez en la historia del país que el primer mandatario toma posición abiertamente a favor de la legalización y despenalización del aborto.

Pero la llegada al Congreso Nacional es resultado de mucho más que decisión política. La pelea por la legalización del aborto en Argentina empezó en los ochenta con las primeras luchas feministas que se cristalizaron en la Comisión por el Derecho al Aborto, creada en 1988. Continuó, se consolidó y volvió más federal que nunca con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, nacida de los debates en los Encuentros Nacionales de Mujeres (ahora plurinacionales y disidentes). La lucha se potenció y ganó masividad a partir del Ni Una Menos de 2015. La Campaña presentó el primer proyecto en 2007 y lo volvió a hacer cada dos años cada vez que perdió estado parlamentario. En 2018 fue la primera vez que llegó a tratarse. Ese año, los feminismos mostraron su fuerza con un millón de personas en las calles y dieron cuenta de que en Argentina la sociedad ya despenalizó el aborto.

Semana de debate

Dos años y medio después, esta semana el Congreso empezó a debatir nuevamente la interrupción voluntaria del embarazo. El tratamiento está siendo más rápido y hay argumentos: en 2018 duró 6 meses y hablaron más de 700 personas de la sociedad a favor y en contra con argumentos de sobra que sirven de base a las y los legisladores para dar la discusión. Todas las ponencias están disponibles online.

El debate arrancó el martes a las 13 con la apertura del plenario de las comisiones de Legislación General, Mujeres y Diversidad, Legislación Penal y Salud de la Cámara de Diputados, las cuatro por las que debe pasar la iniciativa. En total, hay tres proyectos en discusión: el del Ejecutivo, el de la Campaña y uno de la diputada Araceli Ferreyra. En general, los tres estipulan el aborto voluntario hasta la semana 14 de embarazo y la garantía en la salud pública y privada. Después de ese período, será legal por las causales vigentes desde 1921: riesgo de salud y violación.

Quienes expusieron primero fue el Poder Ejecutivo con las voces de la secretaria legal y técnica, Vilma Ibarra, quien es una de las autoras e impulsoras del proyecto y que agradeció a las mujeres de todos los partidos políticos por la lucha transversal. “Ninguna mujer está esperando esta ley para embarazarse y abortar”, dijo en una exposición cargada de emoción. También habló el ministro de Salud, Ginés González García, que dio datos, habló de justicia social y remarcó la importancia del misoprostol. “Si esto fuera masculino estaría resuelto”, dijo el ministro en relación al machismo alrededor de la oposición a este derecho. Cerró la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quien se ocupó de la parte penal del proyecto y exigió: “Que nunca más una mujer por aborto clandestino en la Argentina”.

Ese día también hablaron diputadas y diputados que presiden e integran las comisiones, la mayoría a favor. Después, fue el turno de las exposiciones a favor y en contra de representantes de la sociedad civil. Desde el martes hasta el jueves fueron 71 personas. En principio iban a ser 50, pero el  miércoles se agregó un día más y se pospuso el dictamen.

Se escucharon argumentos de todos los ámbitos: la medicina, el derecho, el activismo, la política, la ciencia, los organismos internacionales, la filosofía y la religión. De Rosario, estuvo la ex intendenta Mónica Fein. Expuso sobre el modelo de salud pública que llevó a que la ciudad tenga mortalidad cero por abortos clandestinos y habló de los 30 años de políticas públicas de salud sexual y reproductiva. “El camino siempre es ampliar derechos y eso salva muchas vidas”, dijo. Desde El Ciudadano compartimos la ponencia completa.

Mónica Fein en el Congreso: «El camino siempre es ampliar derechos y eso salva muchas vidas»

 

Quienes apoyan el proyecto mostraron una vez más la solidez de argumentos y datos que dan cuenta de más de 30 años de lucha por este derecho. Una de las exposiciones más recomendadas es la del presidente del Comité de Derechos del Niño de ONU, Luis Ernesto Pedernera Reyna, quien derrumbó mitos y mentiras que quisieron instalar desde los grupos en contra.

También hubo testimonios de médicas y médicos que garantizan abortos legales en todo el país bajo el protocolo de ILE. Desde El Ciudadano compartimos este testimonio de la obstetra entrerriana Carolina Comaleras.

“Es nuestra responsabilidad como profesionales de la salud no dar la espalda a las mujeres»

Uno de los temas protagonista del debate fue una pastilla: el misoprostol. La droga que la Organización Mundial de la Salud declaró esencial para un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo es clave a la hora de pensar en la aplicación de la ley. Se calcula que en un escenario de legalización entre el 80 y el 90 por ciento de las interrupciones serán con pastillas. Magui Fernández Váldez, activista lesbiana del Observatorio Nacional de Acceso al Misoprostol (MISObservatorio), expuso sobre el acceso a este medicamento hoy en la Argentina. Desde El Ciudadano compartimos la ponencia completa.

Misoprostol, el medicamento protagonista del debate por el aborto legal

Del lado opositor, hubo más mentiras que argumentos. Desde fetos que lloran, que el aborto será legal durante los 9 meses de embarazo cuando es hasta la semana 14, la referencia de un abogado al Señor de los Anillos, la utilización de las palabras asesinato y muerte en cada minuto, hasta que el aborto legal es un negocio que pide el FMI. La pobreza de argumentos muestra que dos años y medio después, los grupos en contra no han podido generar un discurso que vaya más allá de las creencias y valoraciones morales e individuales.

Es urgente, es ahora

Mientras el Congreso debatía por segunda vez la legalización y despenalización del aborto, este martes se conoció la peor noticia: en Córdoba el 7 de noviembre murió una mujer de 40 años por un aborto clandestino. Era madre y durante tres semanas luchó por salvarse en un hospital de la provincia. El caso fue difundido por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Córdoba. La muerte se suma a las más de 3 mil mujeres que perdieron la vida por abortos inseguros desde la vuelta de la democracia.

El fin de semana, otra noticia mostró la necesidad urgente de la sanción de la ley. En Jujuy, el gobierno provincial le negó una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) a una niña de 12 años víctima de violación y embarazada de gemelos. La sometieron a una microcesárea y a una maduración de los fetos, cuando todos los tratados y organismos internacionales consideran que obligar a parir a una niña es tortura. Según datos oficiales, por año más de 3 mil niñas se convierten en madres.

Durante toda la semana, la Campaña organizó actividades virtuales y presenciales en todo el país y el pedido de aborto legal fue tendencia en la Argentina.

Lo que viene

Después de varias idas y vueltas, este sábado quedó confirmado que el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo se votará en el recinto de la Cámara de Diputados de manera presencial el 10 de diciembre. El 9 será el dictamen del que saldrá el proyecto definitivo fruto del consenso entre las tres iniciativas. Hay algunos puntos en los que no coinciden, sobre todo en la inclusión o no de la objeción de conciencia y en la penalización de la persona gestante después de la semana 14, algo que el proyecto de la Campaña excluye mientras que el del Ejecutivo sí establece penas.

Sobre el poroteo, distintas estimaciones dan cuenta de que los votos en diputados se inclinan por el sí. En el Senado el escenario es más parejo y serán claves los acuerdos políticos. La voluntad es que se vote antes de que termine el año en ambas cámaras. O como mucho en enero.

Desde los feminismos y la Campaña, convocarán este miércoles a apoyar el debate en los alrededores del Congreso Nacional. También habrá vigilias en todo el país para seguir la discusión parlamentaria.

El deseo de que sea ley se vuelve cada vez más próximo y Argentina se prepara para ser uno de los pocos países de la región en avanzar en el derecho a decidir interrumpir un embarazo y no morir en el intento. Desde hace semanas, la palabra manija se volvió meme, sticker y código compartido como el pañuelo verde. Y una vez más esa manija se abrirá y estará en cada rincón del país exigiendo que, de una vez por todas, el aborto sea ley.

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