La provincia de Santa Fe aportará al fisco nacional 300 millones de dólares extra con el nuevo régimen de retenciones a las exportaciones agropecuarias, sostiene un informe elaborado por el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
El estudio estima el aporte de los productores santafesinos en concepto de derechos a la exportación aplicados sobre los cuatro principales complejos agrícolas (soja, girasol, trigo y maíz) tomando como punto de comparación los números correspondientes a los primeros nueve meses de 2019.
Entre los cuatro complejos agrícolas más importantes, la provincia de Santa Fe exportó 8.316,4 millones de dólares FOB y un total de 23,9 millones de toneladas entre enero y septiembre de 2019: representa un aumento de las exportaciones del 22,1% en cantidades respecto del mismo período del año anterior, pero sólo del 5,2% en términos monetarios debido a una disminución de los precios promedio por tonelada.
Sumados esos cuatro rubros, la recaudación de retenciones a las exportaciones fue estimada en 2.021,3 millones de dólares; de allí se desprende una alícuota promedio (total de retenciones dividido por el valor de las exportaciones) del 24,3%.
En comparación con el mismo lapso de 2018, se estima un aumento del aporte de la provincia por retenciones del 21,6%, a pesar de que el valor exportado creció menos. Ello se da a partir de los aumentos de las alícuotas establecidos desde septiembre de 2018 por el ex presidente Mauricio Macri, al momento de elaborar el presupuesto 2019.
Si se comparan esas cifras con las nuevas disposiciones establecidas en ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, el aporte de la provincia para los tres primeros trimestres del año, por parte de las exportaciones de los cuatro complejos agrícolas más importantes, hubiera sido de 2.316,3 millones de dólares, lo que representaría una alícuota promedio del 27,9% y un aumento de casi 300 millones de dólares (14,6% más) respecto a la legislación anterior.
El informe de la Bolsa indica que el aumento del aporte en concepto de retenciones a la soja sería de entre el 11,5% y 12,2%. Sin embargo, para el caso de los complejos trigo, maíz y girasol, el impacto sería de entre el 50% y el 67%.
Desde diciembre de 2015, apenas comenzó su gobierno, Mauricio Macri hizo cirugía mayor sobre el régimen de derechos a la exportación del sector agropecuario: eliminó las retenciones a los productos primarios y agroindustriales, excepto la soja y sus derivados. Luego, en enero de 2017, comenzó una reducción gradual del 0,5% mensual de las retenciones a las exportaciones de soja que inicialmente se había previsto como un sistema gradual de 24 meses, para llegar en diciembre de 2019 a una alícuota del 18%.
Pero después pasaron cosas y en septiembre de 2018, luego de dos grandes devaluaciones que pusieron en jaque la economía nacional, el gobierno de Cambiemos impuso un nuevo esquema de retenciones que consistente en una alícuota del 12% para todas las exportaciones con un tope de cuatro pesos por dólar exportado en relación a productos primarios y de tres pesos por dólar sobre los productos con valor agregado.
En ese momento, para complejo sojero en particular, se suspendió la baja gradual de retenciones y se le adicionó una nueva alícuota. Ese era el esquema vigente hasta que el 14 de diciembre el presidente Alberto Fernández, mediante el decreto 37/2019, modificó la anterior y eliminó el tope de cuatro pesos por dólar, además de otros cambios. Tras cartón, Fernández envió al Congreso el proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, que tiene entre otros capítulos uno referido a la actualización de los derechos de exportación.