En el marco del ciclo “Zoom, películas para leer” que lleva adelante el cine El Cairo junto a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Facultad de Humanidades y Artes, se proyectará el jueves, a las 22.30, en la céntrica sala de Santa Fe 1120, Noche sin fortuna, documental de Francisco Forbes y Álvaro Cifuentes sobre el mítico escritor Andrés Caicedo.
El escritor colombiano decide quitarse la vida el 4 de marzo de 1977, a los veinticinco años de edad, el mismo día en que recibe un ejemplar de su primera novela publicada.
Noche sin fortuna investiga la vida y obra del autor y la relación estrecha que las unía. A través de diversos niveles discursivos, el film teje un retrato inconcluso, una mirada íntima y particular del autor, tal vez uno de los símbolos más exactos de la distopía que suponen las jóvenes vanguardias artísticas.
Coproducción argentino-colombiana estrenada hace tres años en el Bafici y elegida ese mismo año como mejor película latinoamericana del Festival de Documentales de Santiago de Chile, la producción indaga en la vida de Caicedo a través de sus escritos, sus cartas, un guión suyo recreado con dibujos, imágenes de películas que lo fascinaban, entrevistas a sus viejos amigos y un recorrido por Cali, la ciudad que lo vio crecer como artista.
Forbes explicó que “el germen de la película era con el soporte de la revista Big Sur, y se trataba de un proyecto para hacer varios retratos de artistas latinoamericanos, entre los que figuran el cineasta Ernesto Baca, el escritor Fabián Casas y los grupos Los Peyotes y Los Alamos”, según contó a la agencia de noticias Télam.
“Nos interesan los artistas que no siguen una corriente europea o norteamericana sino que poseen algo más identitario y original. Y además, lo interesante es que se trata de autores con obras honestas, a las que se vuelcan por un impulso real y no por acomodarse a una moda o a un diseño útil para festivales”, agregó el cineasta.
Forbes y Caicedo tomaron como modelo de inspiración y puesta en escena el documental Step across the border, acerca del músico experimental británico Fred Frith, en el que también se adivina una necesidad de “poder conocer a un artista nuevo y descubrir su obra a partir de una película. Me interesan mucho los documentales que permiten el descubrimiento de un artista”, contó.
Muerto en 1977 luego de tomarse 60 pastillas para dormir, justo el mismo día en el que llegó a sus manos un ejemplar de su primera novela, Que viva la música, Caicedo se había convertido en una de las figuras emblemáticas de una movida contracultural que atravesó a escritores, cineastas, bohemios, lúmpenes y drogadictos de la ciudad de Cali.
Un autor de culto inabarcable
Caicedo fue un escritor y cinéfilo tímido, depresivo y tartamudo, que en su corta vida fundó el Cine Club de Cali, editó cinco números de la revista Ojo al cine y realizó una obra caótica que vio la luz tras su muerte, como artículos y cartas, los relatos Calicalabozo y Angelitos empantanados; la obra de teatro El mar y la novela Noche sin fortuna.
“¿Cómo diablos puede convertirse un pibe de 25 años en un autor inabarcable?”, se escucha decir en off al principio de la película, en la que Forbes y Cifuentes buscaban un estilo muy libre similar al del propio Caicedo, “que reflejara un poco la forma que él tuvo de vivir frenéticamente y por la cual en 25 años pudo producir tanto”.
De las palabras a la acción
En una de las cartas que nunca envió, escrita años antes de quitarse la vida, Caicedo dijo: “Estoy enormemente cansado, decepcionado y triste, y estoy seguro que cada día que pase, cada una de estas sensaciones o sentimientos me irán matando lentamente. Entonces prefiero acabar de una vez”.
En ese sentido, Forbes señaló: “A partir de los 20 años, más o menos, Andrés empieza a sugerir que no iba a vivir mucho más. Pero en sus escritos se ve cómo se tomó en serio sus palabras y cada vez más deseaba su muerte. En la carta a Patricia –la mujer de Carlos Mayolo, con quien vivía un romance–, se nota su ciclotimia y los picos de estado de ánimos que podía tener”.
De las calles a los textos
Los textos de Caicedo provocaron un giro inesperado en la literatura colombiana en la que predominaban los temas rurales. Él se volcó a contar su propia vida en el marco de sus experiencias urbanas en Cali, y por ese motivo Que viva la música es considerada una de las novelas fundacionales de la literatura urbana en su país.
“Caicedo en literatura era el enemigo número uno de Gabriel García Márquez, sobre todo porque trasladó la literatura de lo rural a la ciudad, y empezó a trabajar con temas más urbanos. En su literatura está muy presente su interés por el cine, con muchos detalles que incluso pueden descolocarte”, recordó Forbes.