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Reubican a familias del Saladillo

Son aquellas cuyas viviendas corren peligro de derrumbe tras el corrimiento de la cascada del arroyo durante las lluvias de principios de agosto. Habrá dos propuestas: subsidiar un alquiler o 65 mil pesos para quienes tengan un terreno donde construir.

Equipos de Promoción Social municipal y del Servicio Público de la Vivienda continuarán hoy con el relevamiento de los asentamientos irregulares ubicados en inmediaciones del parque Sur. El objetivo del censo, que comenzó la semana pasada, es dar el puntapié inicial para brindar, en carácter urgente, solución habitacional a unas 15 familias cuyas casas se encuentran sobre la barranca de la cascada del Saladillo y que tras el temporal que azotó la región hace un mes atrás se encuentran en riesgo de derrumbe. El compromiso de los funcionarios que visitaron el lugar es que una vez finalizado el recuento de los hogares, se les ofrecerá a los afectados el dinero para costear un alquiler o bien, una suma única de 65 mil pesos para aquellos que tengan un terreno en donde edificar. En la zona también hay otras 40 casas que corren peligro de inundarse en caso de que se reiteren precipitaciones intensas, por lo que el Ejecutivo contempla incluirlas en un plan similar, aunque para más adelante.

“A la noche, cuando pasa el agua fuerte que arrastra piedras y barro escuchamos ruidos que parecen bombas”, contó un muchacho de unos 25 años durante la reunión que mantuvieron días atrás con Juan Manuel Izquierdo, de Promoción Social municipal, y Juan Mansilla del Servicio Público de la Vivienda (SPV). En la ocasión, otra de las vecinas dijo que después del corrimiento de la cascada siente que “las paredes de la casa tiemblan como si se fueran a caer”.

Cabe recordar que debido al temporal ocurrido en los primeros días de agosto pasado, la cascada del Saladillo se corrió unos cien metros cauce arriba y creció otros 15 hacia los costados. No obstante, los vecinos indicaron que el tradicional salto de agua del parque Sur volvió a moverse otros 30 metros. Al respecto, Mansilla explicó que “el corrimiento habitual es de cuatro centímetros por año, lo que prácticamente pasa desapercibido”, y advirtió que “ante el anuncio de nuevas tormentas, es urgente que las familias asentadas cerca de la barranca puedan dejar el lugar”.

“Nadie se va a ir sin nada”

Pero al temor del derrumbe, se le suma a las familias asentadas en las inmediaciones de la barranca de la cascada la preocupación de no tener a dónde ir. Es por eso que, después de reclamar y realizar varios piquetes y de manifestarse frente al Palacio de los Leones hace dos semanas, los vecinos lograron obtener una respuesta.

“Nadie se va a ir de acá sin nada y también se los va a ayudar con la mudanza a quienes alquilen en otro lugar”, les aseguró Mansilla a los más afectados. En tanto, Izquierdo aseguró que “la situación puede empeorar el mes próximo, ya que desde el Servicio Meteorológico Nacional anunciaron que hay grandes probabilidades de que se dé lo que se conoce como el fenómeno de El Niño que afectará tanto a la región del norte de América como a la del sur”.

Respecto de la situación de las casas que no están en riesgo de derrumbe, los funcionarios explicaron que una vez que se cumpla con la primera etapa del programa de relocalización de quienes corren más peligro, “se implementará un plan similar para otras 30 familias”.

En este sentido, Izquierdo señaló que “el programa total de reubicación se cumplirá en tres etapas”. Así, luego de que se concluya el censo, citarán a los vecinos relevados en el Centro Municipal de Distrito Sur, ubicado en Uriburu 637, para chequear que tengan la documentación necesaria para formalizar el contrato de alquiler o recibir la entrega de la suma única de dinero para aquellos que dispongan de un terreno en donde edificar.

“Suele ocurrir que alguien nos dice que ya consiguió la casa para alquilar y cuando vamos a hacer el trámite no se puede hacer porque no tienen, por ejemplo, el documento de identidad”, subrayó el referente de Promoción Social.

Los vecinos quieren saber

Ante el requerimiento de los vecinos sobre la duración y el tipo de contrato de locación mediante el cual serán beneficiados, Izquierdo trató de llevarles tranquilidad, explicándoles que la Municipalidad será garante de “un convenio tipo” de renta, por dos años, pero que además las familias firmarán con el Ejecutivo “un acta de acuerdo” en la que quedará estipulado que “el Estado se hará cargo del costo del alquiler y de una posible renovación de un contrato hasta que se les entregue una vivienda propia”.

“Hay más familias”

Del mismo modo que ocurrió el miércoles pasado, hoy a la mañana casi todos los vecinos del barrio Tiro La Paloma se quedarán en sus viviendas para recibir a los equipos de la Municipalidad. La mayoría de los habitantes del lugar son familias con niños pequeños cuyas madres son empleadas domésticas, gastronómicas o trabajan en comercios, mientras que muchos de los jefes de hogar se ganan el sustento “haciendo changas” en el rubro de la construcción.

El reclamo que vienen realizando los vecinos del barrio Tiro la Paloma desde el temporal ocurrido en  agosto pasado, incluye a un total de 56 familias: unas 15 cuyas casas están en riesgo de derrumbe, ya que se encuentran asentadas prácticamente sobre la barranca de la cascada, y alrededor de 30 viviendas más, localizadas un poco más atrás y que si bien no tienen peligro de desmoronamiento, Mansilla aseguró que “el lugar es una olla”, refiriéndose a la casi nula capacidad de escurrimiento del suelo en caso de lluvias intensas.

Al respecto, Izquierdo dijo que esas familias serán relocalizadas “en una segunda etapa” y que debido al riesgo de anegamiento “contarán con apoyo del director del CMD Sur Leandro Tosto, quien se comprometió a trabajar con los problemas de arbolado y desagües”.

En una tercera etapa, la Municipalidad tratará de solucionar el problema de otras 16 familias ubicadas sobre calle Hungría.

“Todos van a ser censados y nadie va a irse de acá a la nada”, aseguró Izquierdo, a lo que una vecina le retrucó: “Queremos saber cómo y cuándo nos darán una solución y si sigo trabajando en mi casa o no. Porque si me dicen que en tres años me voy, dejo de invertir para no inundarme porque yo tuve que comprar caños y hacerlos poner para que pueda desagotar el agua desde mi casa hasta el arroyo”.

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