Los presidentes ucraniano y ruso, Petro Poroshenko y Vladimir Putin, estaban reunidos a solas ayer en Minsk, donde tiene lugar una cumbre para hablar del conflicto armado en el este de Ucrania. Anoche no habían trasendido resultados del encuentro.
“Comenzó un encuentro bilateral entre el presidente ucraniano Petro Poroshenko y el presidente ruso Vladimir Putin”, anunció la cuenta Twitter del mandatario ucraniano.
Un portavoz del Kremlin confirmó la información a la AFP.
En un contexto cada vez más tenso en el conflicto entre Kiev y los separatistas pro rusos, los presidentes de Rusia y Ucrania celebraban ayer un encuentro que puede decidir “el destino del mundo y Europa”.
“El destino del mundo y de Europa se decide en esta reunión en Minsk” afirmó el presidente ucraniano Poroshenko tras estrechar la mano de Putin, y antes de iniciarse las conversaciones.
Esta cumbre, que se abrió en presencia de dirigentes de la Unión Europea, así como de los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán, es la primera entre Putin y Poroshenko en casi tres meses.
Horas antes de la entrevista presidencial, Ucrania anunció haber capturado a diez soldados rusos en territorio ucraniano. Estados Unidos ya había acusado a Moscú de propiciar una escalada del conflicto con sus reiteradas incursiones militares.
Información que debe ser matizada porque la propia población del este ucraniano pide la intervención rusa y huye hacia ese país por los bombardeos de Kiev.
Una fuente del Ministerio de Defensa ruso confirmó la detención de soldados rusos en territorio ucraniano, tal y como anunció Kiev, pero afirmó que cruzaron la frontera “por accidente”.
A su vez, la Casa Blanca aseguró que las “incursiones militares” de Rusia en Ucrania constituyen una “escalada significativa” y son “inaceptables, peligrosas e incendiarias”.
Una declaración ambigua, luego de que muchos políticos norteamericanos hayan declamado en plazas de Ucrania, la necesidad de luchar para acercarse a occidente.
Por otra parte, se libraban ayer combates no lejos de la frontera rusa, en el sector costero de Novoazoysk, al sur de la región insurgente de Donetsk.Una espesa humareda se elevaba encima de esta localidad de 11.000 habitantes, bajo control de las tropas regulares ucranianas.
En este contexto, el objetivo de la reunión Poroshenko-Putin es intentar rebajar tensiones y evitar una escalada entre Rusia y Ucrania, ambas vecinas ex repúblicas soviéticas hasta la desaparición de la Unión Soviética (URSS).