Por Augusto Taglioni- La Política Online
Diana Mondino recibió al embajador chino Wang We en un intento de control de daños y para reencausar la relación bilateral afectada por las tensiones provocadas por los gestos del gobierno con Taiwán.
Como reveló en exclusivo LPO, la reunión de Mondino con la representante de la oficina comercial de Taiwan Miao-hung Hsie, quien también habría estado en el Hotel Libertador el día de la elección como una forma de cristalizar un supuesto aporte financiero a la campaña electoral de Milei.
Las consecuencias de todo este cortocircuito puede ser drástico como el congelamiento del swap financiero con el que el gobierno esperaba pagar los vencimiento de deuda con el FMI y pone en crisis la exportación de carne y soja que China podría reorientar a Uruguay, Australia y Brasil.
Esta reunión sirvió para desescalar y evitar mayores tensiones. En ese sentido, la cancillería informó que «»Mondino y Wang desestimaron recientes versiones de prensa infundadas y reafirmaron los lazos de amistad y el principio de una sola China».
En el comunicado oficial además se plantea que «»No cabe duda de la importancia del intercambio comercial entre ambos países, siendo China el segundo socio comercial argentino, el segundo destino de nuestras exportaciones y el primer origen de las importaciones en el país», agrega el texto.
En rigor, producto del encuentro, se reconoce que el gobierno aceptó el financiamiento chino a la infraestructura argentina a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta auspiciada por China, la que integran más de 140 países.
Sobre esta cuestión Mondino dijo que «estos mecanismos de cooperación financiera son de gran utilidad para la Argentina siempre y cuando los proyectos financiados sirvan a su interés nacional», cuando antes había puesto en duda su transparencia.
Sin embargo, fuentes diplomáticas cercanas a la situación aseguraron a LPO que la molestia entre los chinos sigue intacta porque «a ellos no les interesa la política sino la estrategia» y por eso consideran que el conflicto es insólito.
«La cancillería está que arde, sobre todo los sectores que quedan pegados con todo esto. Hay que recordar la relación histórica de Franco Macri», apuntó.
Otro punto importante que destaca la fuente es «el daño de una realción rota no es solo para nosotros sino también para ellos. China no tiene donde comprar en tanto volumen carne o soja, aunque es cierto que privilegian en este marco la relación con Brasil y, tal vez, Australia y Uruguay». «China no se siente cómodo en la ecuación de trato con privados solamente, por eso la prudencia», continúa.
Sin embargo, alerta: «Nos van a pasar factura por otro lado, no tanto con la provisión de soja y carne que van a tratar de preservar a toda costa, ello saben esperar. Van a negociar el swap como garantía de provisión de alimentos, van a despolitizar la relación al máximo posible y van a esperar para cobrarnos la factura».
Sobre la posible factura, la fuente que conoce de cerca el trabajo de los chinos sugiere que puede ser frente a la influencia dentro del FMI.
«Este gobierno tiene dos escarbadientes para pelear. la exportación de alimentos, que es vital para ellos y es una prioridad estratégica porque aún están lejos del autoabastecimiento alimentario como en India, y en la disputa con Estados Unidos que aún no queda claro como van a compensarnos, pero en esas dos cosas se sostiene esta disputa sin sentido», agregó.
«Van a hacer una correspondencia entre el swap y los alimentos en una cuenta matemática, lo que sobra nos van a presionar», concluyó.