El diputado provincial Julián Galdeano, de UCR-MAR, se reunió esta mañana con vecinos de la Unidad Carcelaria Nº 3 de Ricchieri y Zeballos para dar a conocer su propuesta de reubicación de ese penal.
A lo largo del encuentro, que tuvo lugar en el Club Horizonte, el legislador brindó detalles del Proyecto de Ley, respondió a las inquietudes de los habitantes del barrio, escuchó sus opiniones y sugerencias.
El traslado de la vieja “cárcel de encausados” tiene como objetivo la construcción de un nuevo inmueble donde alojar a igual o mayor cantidad de detenidos en condiciones apropiadas de habitabilidad y seguridad fuera del ejido central de la ciudad, y al mismo tiempo, promover el desarrollo urbanístico del barrio.
De este modo, la concreción del proyecto redundaría en importantes mejoras para el barrio, para los presos y para la ciudad.
La iniciativa de Galdeano propone la construcción de una nueva cárcel que contará -al menos- con la misma cantidad de plazas para los reclusos, en un lugar a determinar por el Ministerio de Seguridad.
El financiamiento y la construcción de la nueva penitenciaría estaría a cargo de quien resulte ganador de una licitación, quien recibiría a cambio la propiedad desafectada para llevar adelante un proyecto urbanístico que deberá pasar por dos etapas: por un lado un concurso de ideas y un master plan, y por otro la oferta de construcción de la nueva cárcel.
“Tenemos conciencia de lo dificultoso que resulta en la práctica conseguir el traslado de la cárcel en tiempos en que aumenta el delito y por ende siempre son insuficientes las plazas para alojar a detenidos o condenados por la justicia penal”, aseguró el diputado radical.
En ese sentido, esta iniciativa apunta a “la construcción de un complejo carcelario adecuado a las necesidades actuales, dotado de la infraestructura necesaria, con los recursos tecnológicos más modernos y que permita cumplir con el mandato constitucional respecto de la función que deben cumplir las cárceles”.
Asimismo, este proyecto urbanístico redundará en beneficio del barrio, de sus vecinos y de la comunidad rosarina en general. Es que la denominada Unidad 3 fue construida hace más de cien años en una zona, en aquel entonces, descampada. Pero luego, el crecimiento de la ciudad hizo que quede ubicada en un área céntrica de la ciudad, lindando con numerosas casas particulares, empresas y otras dependencias estatales. Su dimensión –ocupa toda una manzana entre Zeballos, Ricchieri, Montevideo y Suipacha- y su emplazamiento, próximo a los galpones de la Empresa Mixta de Transporte y el cementerio El Salvador, constituyen una importante barrera al desarrollo de ese sector.
“Por su escala, altura, opacidad, además de su deterioro y destino, representa una presencia física, funcional y expresivamente negadora de urbanidad”, señaló Galdeano.
“Las condiciones edilicias y el elevado costo que demanda su mantenimiento y operación, también demuestran la necesidad de su desafectación y traslado”, agregó el legislador.
Como indicó el diputado, “son de público y notorio conocimiento los hechos violentos, fugas e inconvenientes crónicos que se generan con los vecinos y con la ciudad en su conjunto, todo ello derivado del lugar donde se encuentra y del impacto urbano ocasionado por esta unidad de detención”.