El informe de la Oficina de Investigaciones para los Accidentes Aéreos, publicado hoy, revela datos extraídos del análisis de las cajas negras del avión que volaba desde Río de Janeiro hacia París y se estrelló en el océano Atlántico el 1 de junio de 2009.
Según la Oficina, la tripulación fue advertida por uno de los pilotos cuando la aeronave estaba ingresando a una zona de gran turbulencia.
Eso ocurrió ocho minutos antes del fin de los registros en la caja negra.
Agregó que los pilotos constataron problemas de funcionamiento de algunos instrumentos, en particular de los datos sobre velocidad, lo que llevó a perder el control de la aeronave.
Poco antes de que el avión cayera a las aguas, cerca de 2 minutos y 30 segundos antes del fin de los registros, uno de ellos dijo: «Ninguna de las indicaciones que tenemos es válida». El impacto en el océano fue a velocidad muy elevada, agregó la nota.
Según las versiones oficiales disponibles, los resultados de la indagación indican hasta hoy que hubo un solo problema técnico antes del desastre, el referido a los sensores de velocidad Pitot.
Sin embargo, según la Oficina de Investigaciones, no puede interpretarse que este sea el único elemento que originó el accidente.
El diario Liberation sostuvo hoy que los pilotos y la tripulación carecían de la preparación necesaria para hacer frente a los problemas que originaron el accidente.
El diario dijo haber accedido a una nota judicial del 20 de marzo de 2011 usada para incriminar a las empresas Airbus y Air France por «homicidio culposo».
Esa nota expresa que en la época del accidente, el 1 de junio de 2009, la tripulación «no estaba preparada para enfrentar los problemas ligados al mal funcionamiento de los sensores de velocidad».
Agrega que el problema de fondo fue la falta de información y de entrenamiento de la tripulación.
Pero a ello se agrega que los procedimientos dispuestos por Airbus para resolver los problemas de los sensores, que tienden a congelarse a cierta altura, lo que genera errores sobre la velocidad de la aeronave, eran «difíciles de aplicar» y «no específicamente aptos» para la situación.