En esta última semana la cifra de muertes violentas en el departamento La Capital trepó a 119 y desató el alerta en todos los poderes de la provincia porque rompió el triste récord de 2007. Ese año fue el más oscuro de la historia criminal santafesina: se registraron 116 homicidios. En el mismo lapso, con el doble de población el departamento Rosario tuvo 194 homicidios, una cifra similar a la del año pasado a la misma altura. En estos últimos siete días se produjeron 10 crímenes en Santa Fe. La mayoría de los asesinatos se perpetró con armas de fuego, por problemas interpersonales y en una zona muy específica: el cordón noroeste, el que bordea el río Salado. Este sector comprende los barrios Yapeyú, Los Troncos, Chalet, Centenario, Barranquitas y San Lorenzo, cuya conflictividad es histórica. Además, el barrio Alto Verde, en el este, comenzó en este último tiempo a mostrar una suba en los índices de violencia, describió el fiscal regional Ricardo Fessia. A raíz de estos datos, el intendente de la capital provincial José Corral tomó una medida extraordinaria: por 90 días estará restringida la venta de armas y municiones. Corral calificó la situación que vive de la ciudad de desesperante y pidió la presencia de las fuerzas federales para reforzar los patrullajes.
El fiscal Ricardo Fessia tiene 20 años de experiencia en las investigaciones de hechos delictivos en la circunscripción 1ª, y ahora está cargo del Ministerio de la Acusación en la capital santafesina. En diálogo con El Ciudadano explicó en rasgos generales la situación que atraviesa el departamento La Capital.
El pasado fin de semana largo ocurrieron seis crímenes en distintos hechos. El último miércoles fallecieron otros dos adolescentes –Facundo Ezequiel Martínez de 17 y Aiza Ailén Cardozo, de 16 años–, quienes estaban internados en el hospital José María Cullen por graves lesiones causadas por impactos de armas de fuego.
“Lamentablemente con las dos últimas muertes alcanzamos la cifra del peor año, el 2007, que tuvo el departamento la Capital, que terminó con 116 crímenes”, describió Fessia. A esos homicidios se sumaron otros dos.
Varones jóvenes
El fiscal explicó que, a pesar de no poseer informatizado el relevamiento de las muertes violentas que ocurrieron en este último año, desde la Fiscalía pueden decir que la mayoría de las víctimas son varones que van de los 20 a los 30 años. En la gran mayoría de las investigaciones el móvil surgió por problemas interpersonales y fue perpetrado con armas de fuego; el calibre que predomina es el de 9 milímetros, y se produjeron en zonas que siempre fueron problemáticas como el cordón noroeste que bordea el río Salado.
“En este último tiempo se vio un aumento en la violencia en barrios que son históricos en cuanto al registro de hechos de sangre. Son los barrios que están en el cordón noroeste: Chalet, Centenario, Barranquitas, Centenario, Yapeyú y Los Troncos. Además, hubo un incremento de los hechos en el barrio Alto Verde, que está al este”, describió el investigador.
Fessia opinó que en base a su experiencia este aumento se produjo por modalidades que se sucedieron todas a la vez. “Esta situación se da por muchos factores que están entrelazados: uno es la proliferación en la adquisición de armas de fuego. Hoy en día, cualquiera tiene una pistola 9 milímetros y si no la puede conseguir se hace una (escopeta) tumbera”, explicó.
Bandas barriales
A su vez, el fiscal señaló que en las zonas del cordón noroeste también se advierte el fenómeno de patotas que van a dominar el barrio. “Son grupos de jóvenes que llegan al lugar y que con violencia expulsan a los vecinos para forjar un poder en el lugar. Una vez que dominan la zona, se da otro factor que termina con hechos violentos: se ponen a comercializar estupefacientes; con esto tienen más poder adquisitivo y así liberan la zona. Con la zona controlada, también ofrecen asilo a personas que poseen conflictos con la ley. A todo esto se le suma la crisis de violencia que atraviesa la sociedad, donde el menor de los problemas termina mal”, analizó Fessia.
Para el investigador dentro de estas nuevas bandas, donde no hay nombres resonantes como tampoco ninguna que se destaque por poseer un poder adquisitivo superior, cada uno de sus integrantes usa los homicidios que perpetró como galardones para adquirir prestigio entre sus pares. “Los autores de los crímenes no son personajes conocidos y con historia delictiva. Son jóvenes que viven el día a día y que están dentro de un espiral de violencia que se da por el entrecruzamiento de todos estos factores”, prosiguió el letrado.
En este panorama, el vicegobernador Jorge Henn, a cargo del poder Ejecutivo debido a que el gobernador Antonio Bonfatti estaba de viaje en México, organizó el jueves por la mañana una reunión con los presidentes de los bloques legislativos del Senado con el fiscal general Julio De Olazábal para terminar de poner en práctica las leyes que faltan para darle carácter pleno al nuevo sistema procesal penal, como lo son la creación de la Policía Judicial y el Sistema de Protección de Testigos.
Otras dos muertes por heridas de arma de fuego
Un joven de 18 años fue asesinado ayer por la madrugada de un disparo en un episodio ocurrido en el barrio Nueva Pompeya de la ciudad de Santa Fe y por el caso fue detenido un muchacho de 28, informaron fuentes policiales. El caso elevó a 119 la cantidad de asesinatos en lo que va del año en el departamento La Capital, ya que algunas horas antes, en el atardecer del viernes, murió un joven de 19 años que había sido herido de un balazo el miércoles pasado en barrio San Lorenzo.
El homicidio tuvo lugar a la 1.30 de ayer, en la esquina de Facundo Zuviría y Larrea, en la zona norte de la capital provincial, donde la víctima fue encontrada tirada en la calle, en medio de un charco de sangre, dijeron portavoces de la investigación policial.
Los voceros lo identificaron como Adrián González, de 18 años y domiciliado en la zona, quien presentaba una herida de arma de fuego en el omóplato izquierdo.
La Policía detuvo por su presunta vinculación con el homicidio a un hombre de 28 años apodado Rancho, quien vive cerca del lugar del homicidio.
En tanto, anteayer por la tarde falleció en el hospital Cullen Sergio Cabrera, de 19 años, quien había ingresado herido de un balazo en la cara el miércoles pasado. Según fuentes policiales, la víctima fue atacada mientras se trasladaba en moto con otro muchacho, que también resultó herido, y un niño de dos años por Juan José Paso y Juan Díaz de Solís. Los homicidas se pusieron a la par en otra moto y les dispararon con una pistola calibre 22.