Las protestas contra el presidente interino de Brasil, Michel Temer, en el paseo marítimo de Copacabana, la playa más emblemática de Río de Janeiro, obligó ayer al Comité Organizador de Río 2016 a modificar el recorrido de la antorcha olímpica, un ritual emblemático dentro de la serie de actos que marcan la inauguración formal de los juegos. Unos 3.000 militantes de movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos se manifestaron con un bloqueo a los seis carriles de la avenida que bordea la playa de Copacabana, por la que iba a pasar la antorcha en su camino hacia el estadio Maracaná.
Estratégicamente, la manifestación fue convocada frente al lujoso Hotel Copacabana Palace, que aloja a una parte importante de las delegaciones de diplomáticos y personalidades, y cerca de donde participarían del relevo de la antorcha figuras como el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y ejecutivos de multinacionales.
Los organizadores mudaron entonces el recorrido a calles internas de Copacabana, en busca de evitar eventuales choques entre los manifestantes y la caravana que acompaña la antorcha olímpica. Lo que no pudo evitarse fueron los enormes embotellamientos en el tránsito.
Los manifestantes, aliados del Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva y de la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, marcharon por la Avenida Atlántica para protestar contra Temer y un gobierno que califican como “golpista”. Temer, vicepresidente de Rousseff y pasado luego a la oposición, asumió la jefatura del Estado en forma interina el 12 de mayo, después de que el Senado la separara del cargo hasta que concluya el juicio político.
La manifestación fue convocada para aprovechar la atención mundial y mediática que concentra Río de Janeiro a pocas horas de la inauguración de los Olímpicos, pero coincidió con la decisión de la Comisión que estudió el caso Rousseff, que recomendó al plenario del Senado su destitución, por haber “atentado contra la Constitución”.
El Senado votará dos veces: el martes próximo y a fin de agosto, por lo que Rousseff puede ser despojada definitivamente del cargo a finales de este mes.
La manifestación de ayer fue convocada por el Frente Brasil Popular, que agrupa a organizaciones como el Movimiento de los Sin Tierra (MST), la Central Única de los Trabajadores (CUT), mayor unión sindical del país, y los partidos de los Trabajadores (PT) y Comunista, entre otros agrupamiento anti golpistas. “Fuera Temer”, “Vuelve Querida” (en referencia a Rousseff), “Stop Coup” (Paren el Golpe) y “Temer out”, decían algunos de los carteles. Las autoridades brasileñas desplegaron a unos 85.000 efectivos para garantizar la seguridad durante la cita deportiva.