En momentos de tanta tensión bien vale una sonrisa. La situación, extraña por cierto, se dio el lunes en Roldán, donde una vecina se calzó su traje de neoprene pero en lugar de ir a surfear o hacer deportes alternativos acuáticos, fue a realizar las compras en el supermercado.
El kit anticoravirus lo completó con una máscara de Darth Vader, el intimidante protagonista de Star Wars. El look lo acompañó con ojotas.
Pero la malvada Darth Vader respetó la distancia de un metro y medio en la fila, hizo las compras y le robó una sonrisa a la cajera.
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