El rugby amateur tiene esas cosas que la vida cotidiana en algunas oportunidades coindice con el momento deportivo. El pasado sábado Jockey Club de Venado Tuerto se presentó en el Final Four del Torneo Femenino de Rugby con tan sólo seis jugadores, una menos en cancha y sin suplentes, los motivos de las ausencias son valederos y también el honor y audacia que tuvieron las seis para afrontar la instancia más importante y difícil de la temporada. Pero pese al hecho de jugar con seis jugadoras, se dieron dos hechos que para las chicas venadenses hacen que el balance sea muy positivo.
“Eran las cartas que teníamos sobre la mesa. Y más allá de saber que no era la situación ideal, no estaba dentro de nuestro perfil de jugadora bajarnos de una semifinal. Lo hicimos por nosotras, nuestro club, por nuestros rivales y por el compromiso que tenemos con nuestro deporte”, expresó Soledad Otero, capitana de Jockey Club de Venado Tuerto.
Y agregó: ““Difícil responder cómo afrontamos el Final Four. Tenemos una compañera embarazada, dos lesionadas, una de viaje programa con anterioridad y otra que por cuestiones laborales. Acá se genera una contradicción muy grande entre el ideal de equipo, digno de una semifinal, y nuestra realidad. Sensaciones encontradas, como jugadoras dando todo y dejando un mayor aprendizaje fuera que dentro de la cancha”.
En el primer partido las chicas de Venado Tuerto pierden con Los Caranchos por 17 a 7, ante la sorpresa de El Hincha que al hacer el recuento de jugadores, nota la ausencia de una en el Jockey del sur provincial y además al mirar el banco de suplentes, solo se encontraba el entrenador. El plantel de Jockey de Venado Tuerto estuvo compuesto por Andrea Ferri, Janira Vallejos, Guillermina Rondari, Paola Guardi, Nazarena Lanzinni y Soledad Otero (capitana) y como entrenador: Sebastián Etchizuri.
Tras el descanso, era el turno del duelo entre Old Resian y Jockey de Venado Tuerto. El Tricolor máximo candidato al título se media con uno de sus retadores, es que las chicas de Venado Tuerto a lo largo del 2021 se habían ganado el respeto de sus rivales por ser un buen equipo.
Al salir los equipos a la cancha número Uno del Grantfield, no era novedad que las azulgranas fueran seis, pero también desde el lado del equipo local, las anfitrionas también presentaban seis jugadoras, para disputar un partido decisivo, porque para las dirigidas por Adolfo Imhoff ese encuentro era una semifinal, ganar las ubicaba muy cerca del título.
“Presentamos una jugadora menos porque sabíamos que Jockey de Venado Tuerto venía al Final Four con una jugadora menos, porque nos habían avisado el día martes y nos pareció lo más correcto, jugar con seis jugadores”, le confesó Imhoff en diálogo con El Hincha.
En tanto, Otero al revivir ese momento expresa: “Lo vi al comenzar el partido y le pedí una pausa al árbitro para agradecerles. Más allá de que toda decisión es respetable, algunas son esencialmente valorables, dignas de nuestro deporte”.
Jugar con seis ante un rival directo fue un riesgo muy grande pero que tuvo recompensa. “El riesgo es el mismo que en cualquier partido que uno sale a jugar, nosotros lo tomamos como una oportunidad y no pensamos en el contrario y en nosotros. Queríamos ponernos en igualdad de condiciones, ya que ellos tenían una jugadora menos, estar en iguales y salir a jugar”, agregó Imhoff.
Y también el entrenador se refirió a la arenga para explicar la decisión y cómo motivó a sus dirigidas: “Lo único que les dije a las chicas que lo mismo que hacen de siete, lo tienen que hacer de seis, y que tal vez, iban a tener que redoblar esfuerzos para compensar la jugadora que faltaba, pero siempre haciendo hincapié en lo que hacemos nosotros y no el rival, siempre fortalecer nuestra propuesta”.
Ni bien finalizó el encuentro que tuvo como triunfadoras a las chicas de Old Resian por 33 a 0, todas las jugadoras se saludaron con efusividad, porque el resultado ya era parte de las estadísticas y lo más importante pasaba por demostrar que para ganar no hace falta sacar ventaja y que en momentos como los que vivimos tener empatía por el rival durante 14 minutos es sumamente positivo, porque terminado el partido, esas seis rivales pasan a ser colegas y amigas, y que sin ellas no habría competencia y torneo posible.
Antes de dejar la cancha por pedido de El Hincha ambos planteles posaron juntos, para graficar un momento que representa el espíritu deportivo, que no es exclusivo del rugby, sino de todas las disciplinas.