Un papelón. El inicio de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol volvió a demostrar que lo que impera en la Asociación del Fútbol Argentino es la desorganización. Y el caso testigo de este inicio es el del River: el partido programado con Banfield para cerrar la jornada dominguera se postergó para el martes porque nadie sabe manejar las riendas.
El Millonario tiene el Monumental en obras desde agosto y por cuestiones obvias no puede jugar allí, algo que estaba previsto. En los partidos de Copa Libertadores, el escenario elegido fue la cancha de Independiente. Sin embargo, el club manejado por Rodolfo D’Onofrio tenía organizado jugar el torneo local, que comenzó este fin de semana, en su centro de entrenamiento, el River Camp de Ezeiza. Pero apenas un día antes de jugar, la Liga le rechazó la autorización y aclaró que ningún club de Primera División puede jugar partidos oficiales en un predio deportivo, a pesar de haber recibido varios pedidos similares a los del Millonario. Uno de los argumentos que utilizaron es que la voluntad de garantizar la más alta calidad del producto televisivo.
Sin intervención de AFA en el conflicto, River mantuvo su postura de jugar en Ezeiza mediante un comunicado público, en el cual argumentó de que tiene todas las habilitaciones para hacerlo y la LPF le respondió por la misma vía.
River se ampara en que la AFA había dado el visto bueno para ejercer la localía en el River Camp con el compromiso de su presidente, Claudio Tapia, quien recorrió las instalaciones el último jueves.
Sin embargo el sábado, a poco más de 24 horas del partido con el Taladro, la LPF denegó el pedido y lo instó a conseguir un estadio como lo hizo para jugar sus encuentros de la Copa Libertadores de América y la cancha de Independiente volvió a ser la elegida.
River había respondido que le resultaba imposible y la LPF le dio un plazo de 24 horas postergando el partido para el martes, lo que originó un nuevo comunicado del club explicando las razones por las que debían respetar el uso del River Camp.
La escalada del conflicto hizo que el equipo de Marcelo Gallardo dejara el predio este sábado al mediodía sin saber cuándo debutará en la Copa Liga Profesional, más allá de que la LPF pospuso el juego para mañana a las 21.15.
Finalmente el equipo de Núñez anunció este domingo por la tarde que le alquilará el estadio Libertadores de América al Rojo, como hace con la Copa, para jugar el partido ahí, aunque lo hará “bajo protesta” y en total “disconformidad”. Una batalla perdida para River y que promete tener varios capítulos, como cuando se negó a salir a jugar en marzo pasado en el inicio de la pandemia de coronavirus. ¿Será acaso esta respuesta de AFA una venganza por lo que hizo esa vez?
