Otra vez River se dio el lujo de tomar por asalto La Bombonera. El elenco de Núñez se quedó con la victoria 2-0 ante el muleto que presentó Boca, que recibió un duro golpe en la previa del decisivo duelo del próximo jueves en San Pablo ante Palmeiras en busca de la finalísima de la Copa Libertadores.
River se quedó con un Superclásico que por momentos fue muy luchado y caliente, en un marco imponente que le dio mucho color al choque futbolístico más importante del país. El Millonario lo ganó con mucha concentración y por momentos con buen juego en el toque con la pelota. Aprovechó sus oportunidades y le propinó a Boca un duro impacto en la previa del duelo copero en Brasil.
River tuvo puntos muy altos en Enzo Pérez, Paulo Díaz y Rondón, autor del primer gol y de gran despliegue en ataque, seguidos del seguro Franco Armani y Nicolás De La Cruz.
Boca, que no gana en la Copa de la Liga desde el 3-1 ante Platense en la primera fecha, no pudo convertir una vez más. La sequía goleadora también es moneda corriente en la Libertadores, donde encontró en los penales la vía para estar entre los cuatro mejores.
El equipo de Jorge Almirón, con escasas ideas, terminó con muchos de sus titulares en cancha, preservados para el duelo ante Palmeiras en San Pablo del jueves, pero ni así pudo quebrar el cero. Por momentos, lució inconexo, desorientado y sus hinchas se retiraron muy fastidiados por el resultado y el desempeño de algunos jugadores como Ezequiel Bullaude y Lucas Blondel.
Después de los nervios iniciales, River mostró un mejor juego en el primer tiempo con el despliegue de sus volantes. Enzo Pérez y De La Cruz marcaron los tiempos, beneficiados por la confusión general de Boca que por momento lució muy impreciso. Lo más interesante de la primera parte se produjo a partir de la media hora de juego cuando tanto Boca como River dispusieron de situaciones.
Darío Benedetto resultó el más regular del equipo de Almirón, entre tantos puntos bajos. El Pipa se las arregló para inquietar a la defensa de River que contó con la vuelta de Leandro González Pírez, en dupla con el chileno Paulo Díaz para la zaga central: tuvo un mano a mano con Armani que el arquero resolvió con oficio, mandando la pelota al córner, y un cabezazo al medio que contuvo el oriundo de Casilda, luego de un centro ejecutado por Lucas Janson.
Con pocos toques, Boca podía generar peligro, especialmente a las espaldas de Andrés Herrera, pero River tenía al ex San Lorenzo como opción para aprovechar el bajo rendimiento de Marcelo Saracchi.
El gol de River llegó con presión en ataque ante las claras falencias de Boca: un rebote quedó para Enzo Pérez, quien sin marca sacó un remate que en el camino encontró al oportuno Rondón. Boca reclamó una supuesta infracción a Marcelo Weigandt en el inicio de la jugada que no existió.
Al término de la primera etapa, la hinchada de Boca se preocupó por el nivel del equipo, pero descargó su bronca con el árbitro Andrés Merlos, acusado de muchos fallos a favor del eterno rival.
Almirón, uno de los tantos enojados con Merlos, tomó nota de la discreta actuación de sus jugadores y dispuso cambios con las entradas de Valentín Barco (ovacionado por la gente), Equi Fernández y Cristian Medina. Boca, con otro ímpetu y decisión, se adelantó en el campo, y arrinconó a River con dos aproximaciones. La visita salió de a poco del asedio local al recuperar la pelota con el buen trabajo de Enzo Pérez más el auxilio de Esequiel Barco, determinante en el segundo tiempo para atacar y defender.
Cuando iban 15 minutos, la hinchada de Boca cantó: “¡Movete xeneize, movete!”, como testigo del bajón futbolístico de Boca, que tuvo su gran chance con Edinson Cavani: el uruguayo recibió de cabeza un centro que dio en el travesaño y en el rebote ensayó una tijera que venció a Armani. Toda La Bombonera gritó gol, pero hubo bandera levantada y ratificación desde el VAR por un milimétrico fuera de juego.
A partir de ahí, Boca no volvió a inquietar y River resurgió. Demichelis armó línea de 5 en el fondo y buscó definirlo de contra con Facundo Colidio, pero el ex Boca tuvo dos ocasiones muy claras en el final y en la segunda tuvo la ayuda de Enzo Díaz para definir ante el desconcierto de la defensa xeneize.
Con este resultado, River alcanzó los 13 puntos en la zona A (a uno del líder Independiente), mientras que Boca tiene 7 en la zona B, fuera de los puestos de clasificación. En la próxima fecha, River recibirá a Talleres de Córdoba y Boca visitará a Belgrano. El Xeneize tendrá el jueves la revancha de semifinales de Libertadores ante Palmeiras (0-0) y su gente exclamó un triunfo en busca de “la séptima”, la verdadera obsesión del hincha.