Lejos del partido que hizo con San Lorenzo y mostrando las falencias ofensivas que lo hacen estar sin rumbo definido, River igualó sin goles ante Tigre, en Victoria, en un discreto encuentro correspondiente a la sexta fecha del torneo Final.
El conjunto dirigido por Ramón Díaz evidenció errores conceptuales que ya venía mostrando, y como dijo el propio entrenador: «Nos faltó profundidad», aunque agregó que su equipo debería «haberse llevado el triunfo».
Con este resultado, River lleva dos partidos sin perder, y suma 8 unidades y quedó a cinco puntos del líder, Colón, aunque entre el elenco santafesino y el de Núñez hay un pelotón de nueve equipos más.
Por su parte, Tigre acumuló su cuarto empate sin goles, tiene 7 puntos y no remonta vuelo.
Chato, sin ideas y con libretos parecidos, Tigre y River despilfarraron los primeros 20 minutos del cotejo en una maraña de imprecisiones y pases inconexos que asustó a más de uno.
Sobre los 23 un aislado cabezazo de Diego Castaño, tras un centro de Matías Pérez García, fue un tibio intento del equipo local por llegar al arco defendido por Marcelo Barovero.
En el local solo los intentos de Pérez García y el trajinar de Joaquín Arzura hicieron posible que River estuviera más pensando en lo que proponía su rival que en generar sus propios espacios.
A los 26 la visita tuvo la mejor acción cuando Carlos Carbonero desbordó por la derecha, envió un centro al medio para Fernando Cavenaghi y el remate lo contuvo Pérez García y cuando el rebote lo tomó Manuel Lanzini, el balón pegó en Juan Carlos Menseguez, cuando la pelota buscaba la red.
Un suave remate de Ricardo Rojas desde afuera del área que contuvo Javier García, era demasiado poco para un River que era previsible y carecía de explosión en los últimos metros del campo rival.
Tigre estuvo a tiro de la apertura del marcador, cuando a los 43 Pérez García recibió un pase de Ramiro Leone, pero cuando remató frente a Barovero, la pierna de Funes Mori evitó la caída del arco visitante.
Para el complemento, nada cambió en el trámite del partido, porque River siguió siendo monótono y cansino, mientras que Tigre pareció conformarse con el punto como local y hasta esperó algún error rival.
El primer cuarto de hora fue a pura pierna fuerte, pelotas divididas y más marca que ingenio, lo que conspiró con el espectáculo.
A los 16 Lanzini remató desde afuera del área y el arquero García envió al córner, en la aislada ocasión que generaron ambos conjuntos.
Lanzini disperso, Cavenaghi tirado muy atrás y la ausencia del colombiano Teófilo Gutiérrez, privaron a River de un circuito de juego, cuanto menos interesante, y por eso si bien tuvo el mejor control de pelota, no lo trasladó al juego.
Tigre mostró los argumentos por los cuales en este torneo tiene un gol a favor y uno en contra, solamente, luego de seis fechas del certamen.
La única jugada clara y prolija de River se registró en el minuto 38 del complemento, ya que luego de una doble pared entre Leonel Vangioni y Osmar Ferreyra, el ex Newell’s cedió a Lanzini, pero el volante millonario no le acertó al arco.