Un empresario de la construcción fue sorprendido por un solitario ladrón, quien le arrebató el maletín que llevaba cargado con 350 mil pesos cuando subía las escaleras de la sucursal del banco Macro ubicada en avenida Ovidio Lagos 3501. Tras apoderarse del jugoso botín, el asaltante se subió como acompañante de un motociclista que apareció en el lugar. La víctima intentó alcanzar a la dupla a bordo de su auto y persiguió a los ladrones unos metros hasta que comenzaron a dispararle. La moto y el revólver que usaron los asaltantes quedaron tirados en Deán Funes al 2700 y testigos contaron a los pesquisas que los dos hombres se subieron a un Volkswagen Gol rojo y desaparecieron de la zona.
Jesús Salvador C. tiene 64 años y hace 32 años que fundó la empresa de materiales para la construcción El Ladrillero. Ayer, minutos antes del mediodía, un empleado lo acompañó hasta la sucursal del Macro que está en la esquina de Lagos y Saavedra. El empresario estacionó su Audi A4 gris cerca de la puerta principal de la financiera. “Esto está medio feo. No me gusta ese tipo”, comentó a su acompañante. En ese momento, la víctima de 64 años miraba hacia la vereda, donde había un hombre vestido con ropas de trabajo y lentes de sol. “Apenas se bajó del auto, el extraño empezó a hablar por celular, el empresario subió un par de escalones y, en ese momento, sintió que le arrebataban el maletín. En el bolso llevaba 350 mil pesos para depositarlos”, describieron fuentes de la investigación.
El dueño del corralón reaccionó rápido y, mientras seguía con su mirada al extraño, se subió a su auto para perseguirlo. Al ladrón lo pasó a buscar un cómplice a bordo de una moto de 110cc. La víctima los persiguió unos metros, pero paró apenas les empezaron a disparar. Uno de los proyectiles quedó incrustado en el parante que separa las puertas del Audi, prosiguieron.
“Los ladrones tiraron la moto y el arma en Deán Funes entre Lagos y Callao. Algunos peatones contaron que llegó un tercer integrante de la banda en un Gol rojo y los juntó. Secuestramos la moto y un revólver calibre 32. No tenemos la patente completa, pero hay una serie de números”, aclararon los investigadores, quienes señalaron que en un primer momento se habló de 150 mil pesos, pero que con el correr de las horas se descubrió que la cifra superaba el doble del monto denunciado.
En tanto, al cierre de esta edición, los investigadores policiales –que trabajan a las órdenes de la Fiscalía de Flagrancia y Turno del Ministerio Público de la Acusación– analizaban las imágenes que captaron las cámaras de seguridad al momento del robo para intentar identificar a los asaltantes.