Un grupo de ocho delincuentes fuertemente armados y vestidos como agentes de la Policía Federal de Brasil robaron anteayer en poco menos de tres minutos y sin disparar un solo tiro cerca de 750 kilogramos de oro almacenados en una terminal de carga del aeropuerto internacional de Guarulhos, en la región metropolitana de San Pablo, según informaron fuentes oficiales.
La carga robada está valorada en algo más de 40 millones de dólares, señalaron fuentes de la Policía Civil del estado de Sao Paulo. El oro sustraído tenía que ser embarcado con destino la ciudad de Nueva York.
El robo, tipo comando, tuvo lugar cuando el grupo de ladrones, equipados con fusiles de asalto y usando ropas y distintivos de la Policía Federal, llegaron en dos vehículos hasta un depósito del aeropuerto de Guarulhos, la mayor terminal aérea del país y una de las más importantes de Latinoamérica.
Los delincuentes se hicieron rápidamente de los lingotes de oro que guardaron en una pick up y huyeron. En el escape se llevaron a dos personas de rehenes, uno de ellos el supervisor de logística de la terminal, según las autoridades. Posteriormente, abandonaron los dos vehículos, que también estaban con distintivos de la Policía Federal, en otro punto de la región, unos doce kilómetros de distancia del aeropuerto de Guarulhos, donde liberaron a los rehenes.
El mencionado supervisor de logística declaró a las autoridades que los ladrones, antes del asalto, hicieron rehén a su familia y le dijeron que solo sería liberada al día siguiente, es decir, anteayer, como sucedió.
Según su testimonio, los sospechosos abandonaron después los dos vehículos con los que realizaron el robo y pasaron la carga de oro a una camioneta Chevrolet S10 blanca y a una ambulancia. La policía cree que los atracadores consiguieron informaciones privilegiadas, mientras mantenían como rehenes a la familia del supervisor.
La policía desplegó un operativo en la región para recuperar el oro y detener a los ladrones, de los que, hasta el momento, se desconoce su identidad, mientras avanzan los interrogatorios a los familiares y a otros trabajadores del aeropuerto.
El funcionamiento del aeropuerto no fue afectado y opera con normalidad.
Por ahora, la policía no descarta ninguna línea de investigación. Los oficiales de policía tratan de determinar si los delincuentes están vinculados a una facción criminal que opera en San Pablo, o bien si los empleados de la terminal de carga de Guarulhos los ayudaron, e incluso si el delito estaba relacionado con el robo en el aeropuerto de Viracopos en Campinas el año pasado.