La estatua de bronce con los restos del primer presidente de Brasil, Deodoro da Fonseca, de 400 kilos y dos metros de alto, desapareció de su lugar en medio de una ola de robos de monumentos en Río de Janeiro, informó este lunes la Policía.
La estatua, que había sido hecha en honor a la madre del primer mandatario de la república, Rosa Paulina da Fonseca, y estaba ubicada en Catete, en el sur de Río de Janeiro, fue robada en la madrugada de ayer.
Pese a que estaba rodeada por una reja, la pieza había sufrido ataques en reiteradas ocasiones, afirmó la organización no gubernamental SOS Patrimonio.
El organismo indicó que no cuenta con los recursos necesarios para proteger de forma adecuada las estatuas de la ciudad, según la agencia de noticias Europa Press.
La denuncia fue presentada por la Gerencia de Monumentos y Fuentes, organismo vinculado a la Secretaría de Conservación y que gestiona este patrimonio en el país.
El robo de monumentos públicos es frecuente en Río de Janeiro y el caso más famoso hasta ahora era el de los lentes del escritor Carlos Drummond de Andrade, robados más de una docena de veces, en Copacabana, en el sur de la ciudad.
La misma suerte corrió la estatua de bronce en honor al cantante y compositor de sambas Noel Rosa con el robo de componentes.
Uno de los casos que más repercusiones tuvo fue el robo de seis vigas de 110 toneladas en el Elevado Perimetral, situada en la zona portuaria y demolida como parte de la construcción de Porto Maravilha.
Se cree que los ladrones derriten las estatuas, hechas principalmente de cobre, para vender el material.
Da Fonseca fue un militar y político que se convirtió en 1889 en el primer presidente de Brasil, cargo que ocupó durante dos años, tras dar un golpe de estado que depuso al emperador Pedro II y declarar la república.