Una leyenda del fútbol mundial se va a lo grande. Robin van Persie anunció su retiro al final de temporada, pero volvió a casa para romperla en Feyenoord y este domingo hizo dos goles para tumbar al Ajax.
Feyenoord goleó 6 a 2 al Ajax en uno de los clásicos calientes de la liga de Países Bajos con dos tantos Robin van Persie y tantos de Toornstra, Berghuis, Vilhena y Ayoub, lo que dejó al equipo de Nicolás Tagliafico (no jugó por lesión) y Lisandro Magallá (fue titular, de floja tarea) un poco más lejos de la pelea por el título de la Eredivisie. Tras la fecha 19 el puntero es el otro grande de Holanda, PSV.
El héroe del triunfo de Feyenoord fue Robin van Persie, quien está cumpliendo con el sueño para el cierre de su carrera, volver al club que lo vio crecer y conseguir más éxitos. En 2018, tras su regreso a los Países Bajos ganó Copa y Supercopa con el elenco de Róterdam, y apunta a lograr algo más antes del retiro.
El delantero de 35 años comenzó su carrera en el fútbol infantil en Excelsior, pero a los 16 años se sumó a las inferiores de Feyenoord, equipo en el que debutó el 3 de febrero de 2002 ante el Roda. Fue desequilibrante desde sus inicios e incluso fue titular en la final de la Copa de la UEFA en la que se consagró campeón en uno de los éxitos más recordados del elenco de Róterdam.
Acumuló, premios, partidos y goles, pero su pésima relación con el entrenador Bert van Marwijk generó su salida para pasar al equipo con el que marcaría una era: Arsenal.
Jugó con los Wenger desde 2004 a 2012 con 132 goles en 277 partidos, numerosas distinciones individuales y un par de copas nacionales.
Al mismo tiempo construyó una carrera en la selección naranja que lo llevó a ser el máximo anotador de la historia con 50 goles en 102 partidos y tomó lugar en el plantel en tres mundiales.
Renovó expectativa cuando pasó a Manchester United, conquistando la Premier en 2013 y el Community Shield de esa campaña para marcharse tras 58 goles en 105 encuentros y pasar al Fenerbahce turco, en el que anotó 36 tantos en 87 encuentros.
Los millones entre pase y pase no corrieron para su último traspaso. Era el regreso a casa y por eso su llegada no le costó un centavo de euro al Feyenoord.