Carlos Robledo Puch, conocido como «Ángel Negro» por haber asesinado a 11 personas en 1972, denunció que dos mujeres quisieron estafarlo para quedarse con su herencia.
Se tratan de una madre y su hija que desde hace meses van a visitarlo a la Unidad Penal N°26 de Olmos y manifestaron ser garantes para que Puch salga y se instale en su domicilio.
Para el detenido solo tienen un plan: que él muera y quedarse con su herencia que son dos propiedades valuadas en 500 mil dólares.
La denuncia se dio a conocer luego de que el pasado 7 de junio el juez de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, Oscar Quintana, y su secretario Bernardo Hermoda Lozano lo visitaran en la cárcel.
«Me quieren matar y estafar. Me quieren hacer lo mismo que a Charles Manson”, expresó Puch y de esta manera se decidió revocar como garante a las dos mujeres y por este motivo no podrá salir de prisión.
Ante esta situación decidió desvincular a su abogado.
Asimismo, se pudo comprobar que la madre e hija habían visitado en su oportunidad a Ricardo Barreda, el odontólogo cuádruple femicida. Según pudieron confirmar el hombre las echó «porque eran muy densas».
El «Ángel Negro» es el asesino que más tiempo lleva preso en el país. Está detenido desde hace 51 años por matar, entre 1971 y 1972, a once personas.
A sus 71 años Puch solo busca obtener su «libertad» y ser alojado en un centro de jubilados para cuidar su salud. Esto último se debe a que tiene EPOC, tuvo una neumonía bilateral grave, tiene problemas intestinales y le cuesta ingerir alimentos.