Carlos Eduardo Robledo Puch, considerado el mayor asesino de la historia del crimen en la Argentina, presentó un escrito en el que implora salir de la cárcel en la que cumple una condena a reclusión perpetua y reclama que, en caso de serle denegada su petición, lo ejecuten con una “inyección letal”.
“Está podrido de que no le den la libertad cuando la pena la tiene recontra cumplida”, expresó su abogado, Carlos Villada, al justificar la postura del homicida serial.
Robledo Puch cumple una reclusión por tiempo indeterminada por diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos hurtos y dos raptos.
El reo lleva cuarenta años recluido en el penal de Sierra Chica y su nueva petición fue girada a la Suprema Corte bonaerense.
El abogado, en declaraciones a Diario Veloz, sostuvo que “con la ley del 2×1 vigente, el cómputo del tiempo que lleva preso supera sus años de vida”.
En ese sentido sostuvo que “con determinado cómputo tiene unos 80 años en prisión y está en los 60 años de edad”.
Villada desmintió una información publicada hace un tiempo en la que se aseguraba que Robledo Pucho no quería salir de la cárcel.
“Se ha hecho una leyenda de que él no quería recuperar su libertad. Yo no conozco ningún preso que no quiera salir”, expresó.
En el escrito, Robledo Puch, a quien ya le negaron varias peticiones de salidas en libertad condicional, pidió, ateniéndose a la nueva ley de Medios, tener la posibilidad de brindar una conferencia de prensa para “contar” su verdad.
Actualmente de 61 años, el llamado “Ángel de la Muerte” fue detenido en 1972 cuando apenas había cumplido 20 por una serie de crímenes, en su mayoría de serenos de lugares a los que asaltaba junto a un cómplice.
Ocho años después de su detención fue juzgado y condenado a la pena de reclusión perpetua, más accesoria por diez homicidios agravados, un homicidio simple, diecisiete robos y dos casos de abuso deshonesto, todos cometidos entre 1969 y 1972.
El 27 de mayo del 2008, una vez que se conoció la prisión domiciliaria al odontólogo Ricardo Barreda, quien asesinó a su esposa, suegra y dos hijas en La Plata, Robledo Puch solicitó un beneficio similar, pero la Justicia se lo negó al considerar que no se reformó en la cárcel y que no tiene familiares que puedan contenerlo.
El múltiple asesino volvió a insistir con el pedido el 31 de agosto de 2011 y el 30 de octubre de este año, pero tampoco fue satisfecho.
El plan es irse a otro país
El abogado Carlos Villada afirmó que tras una orden de la Corte Suprema bonaerense originada en un pedido de su cliente, “los médicos de la Asesoría Pericial determinaron hace tres meses que Robledo Puch no tiene ninguna otra circunstancia que lo diferencie de otros internos” y que “no tiene patologías ni es peligroso para sí ni para terceros”.
Añadió que “los jueces tienen miedo de dejarlo en libertad” por tratarse de un preso emblemático.
El defensor general reveló que Robledo Puch cuenta con recursos económicos para poder vivir fuera de prisión, ya que tiene un depósito a plazo fijo de la venta de propiedades heredadas de sus padres.
Además, indicó que, en caso de recuperar su libertad, Robledo Puch “tiene algún proyecto para poder irse del país”.
Al respecto agregó que al convicto le hicieron “una oferta para poder radicarse en un país limítrofe”.