A pocas horas del comienzo del receso escolar invernal el colegio Madre Cabrini sufrió un importante robo durante el último fin de semana, principalmente de material informático, didáctico y también de dinero en efectivo que se encontraba guardado en una caja de seguridad. La denuncia fue realizada en la comisaría 4ª por una religiosa que cumple funciones de apoderada legal de la institución educativa ubicada en Cochabamba 662.
Los ladrones tuvieron que romper varias cerraduras para ingresar al edificio que contiene jardín de infantes, nivel primario y secundario. También provocaron un gran desorden y destrozos en su búsqueda. El hecho está siendo investigado y que hayan sido violentados algunos “puntos específicos” hace sospechar de tareas de inteligencia previa o de delincuentes que conocían el interior del establecimiento.
Según contaron a este diario fuentes policiales, María del Carmen Nieves, la apoderada legal de la institución, realizó la denuncia en la comisaría 4ª el lunes a las 16 como representante del colegio. La religiosa contó que al ingresar al edificio se encontró con una de las puertas del patio abierta y varios vidrios rotos, lo que le llamó la atención y le hizo dar cuenta casi en el mismo instante de lo ocurrido.
Tras recorrer las distintas dependencias junto con otros integrantes de la comunidad educativa la religiosa y sus acompañantes fueron notando que faltaban varios elementos, entre ellos tres computadoras All In One marca HP, dos grabadores con USB, una caja que contenía cuatro micrófonos y una notebook también de la marca HP.
También advirtieron que del interior de la caja de seguridad, que había sido violentada, faltaban 2.500 pesos que allí se guardaban.
En la denuncia realizada en la dependencia policial ubicada en La Paz al 400 la religiosa declaró –lo que posteriormente pudo ser constatado– que las personas que habían ingresado “rompieron varias cerraduras como también algunos vidrios”.
Mucho daño, pocas huellas
La directora del colegio, Mariela Fernández, contó que los ladrones recorrieron “tanto la plata baja como la planta alta”.
“Desordenaron todo el material escolar que utilizamos cotidianamente en la escuela; posiblemente trabajaron con guantes porque se encontraron pocas marcas digitales”, remarcó.
“Nos encontramos con puertas que habían sido forzadas y vidrios rotos en distintas dependencias del colegio, especialmente las oficinas. Se llevaron las computadoras de la dirección, de secretaría. También computadoras de la secundaria, grabadores, micrófonos. Igualmente revolvieron y desordenaron todo el material escolar, legajos y todo lo que se utiliza en forma cotidiana en la escuela”, indicó.
Por su parte, uno de los docentes de la institución, Gustavo Gelbort, explicó que “ingresaron por un lugar poco habitual y hasta si se quiere poco conocido”.
“Estamos hablando de un acceso que no se utiliza. Además de las cosas que robaron lo que más duele, más allá de lo material, es la información que se llevaron dentro de las computadoras. También está el daño que han hecho porque han roto mobiliario, vidrios, aberturas. Realmente es algo que entristece”, señaló, para agregar: “Después está el hecho de que apuntaron a lugares específicos, como la vicedirección de la primaria y también a la secretaría; estamos hablando de una escuela muy grande en cuanto a lo edilicio. También fueron al jardín de infantes, donde en la dirección hicieron destrozos, y también en la secundaria, en el segundo piso. Realmente preocupa”, se lamentó Gelbort.
Al ser consultado sobre si creía que el robo había sido realizado por gente que conocía el edificio, el docente señaló que “hay demasiada casualidad” en los lugares recorridos.
“Igualmente no lo puedo aseverar y no sabemos quiénes fueron. Lo que sí, fueron puntuales con algunos espacios. El colegio tiene alarma pero en algunos lugares, no en todos: es una escuela y el tema de las cámaras y todo lo demás no es habitual que se utilice”, explicó.
“Sobre todo es el daño lo que más duele”, concluyó.