Oliva llegó cerca de las 4 de la madrugada a la puerta de la explanada de la calle Rivadavia con la intención de darle el último adiós a Diego hasta que el personal de seguridad le avisó que no formaba parte de la nómina supervisada por Claudia Villafañe.
Al no poder ingresar, Oliva se instaló en su automóvil durante casi dos horas a la espera de alguna novedad para poder pasar hasta el Salón de los Pueblos Originarios y al no conseguir respuesta, se retiró del lugar con lágrimas.
«No me permitieron ingresar y no sé por qué. Soy la última mujer de Diego y quería despedirlo», lamentó Oliva, quien mantuvo relación con el astro hasta 2018.
Oliva acompañó a Maradona durante seis años e incluso convivió con él cuando dirigió en Emiratos Árabes a los clubes Al Wasl y Al-Fujairah.