Amigos, músicos y futboleros. Rosarinos. De Central y Newell’s. De Newell’s y de Central.
Las bandas más importantes de Rosario se reunieron en “La Cueva” (Sarmiento 543) con la consigna “Un clásico sin violencia”.
Así, dijeron presentes Purple House, Los Vándalos, Fluido, Bull Dog, Cielo Razzo, Osky Borga, Degrade, Scraps, Rosario Smowing, Vudú, Indentikit, Caburo Blues, Contenido Neto, Xpiral, Merkado Nocturno, Asphix, Funky Funmachine, Malones, Sístole y Asilo, entre otros.
El salón del estudio de grabación estaba decorado para la ocasión: globos amarillos, azules, rojos y negros. Y de fondo las marchas de los conjuntos de la ciudad.
Como no podía ser de otra manera, en una tarde calurosa y soleada como la de ayer, todo estuvo regado por varias cervezas que le dieron el marco ideal a una iniciativa especial.
La “frutilla del postre” fue la presencia del arquero leproso Nahuel Guzmán, quien no sólo se destaca bajo los tres palos sino también por su costado solidario y dice presente en cada uno de estos acontecimientos.
Respetuoso como siempre, el Patón pidió disculpas y explicó que no iba a hacer declaraciones ya que su único propósito en este evento era apoyar para concientizar a los hinchas de que el domingo se viva una fiesta en paz.
Quienes sí hicieron declaraciones y hablaron con El Hincha fueron Pabliko (líder de Purple House y organizador de esta movida), Popono (Los Vándalos) y Emiliano Cattáneo (Degrade).
“Somos todos amigos, lo que se ve acá es lo que somos y lo que hacemos. Nos juntamos para tocar, para seguir a nuestros equipos y para disfrutar un buen momento”, arrancó Pabliko. Y agregó: “Es una lástima que haya gente que no lo entienda, que piensa que lo que estamos haciendo nosotros está mal. Pero no es un problema de ellos, es un problema de la sociedad, de que está todo muy mal”.
Cattáneo justamente hizo referencia a cómo se viven los encuentros en el fútbol argentino, sobre todo en Rosario: “Acá, de un tiempo a esta parte, se tomó el clásico como de vida o muerte, cuando en realidad es un partido de fútbol y nada más. No tendría que pasar más allá de una victoria que se festeje o una derrota y aguantarse la cargadas. Pero la gente se pone muy violenta, pasan cosas muy feas. Creo que el problema mayor es la falta de educación, no hay respeto por el otro. Cada uno quiere que gane su equipo, yo quiero que gane Newell’s, pero todo queda en la cancha y no pasa más allá”.
Pabliko retomó este concepto y habló de un flagelo que hoy en día preocupa a todos: la droga.
“La droga hoy es un problema que tenemos como sociedad, no el fútbol. La gente que va a la cancha se pone como loca, pero no es ella, está perdida por este tema”, explicó el líder de Purple House.
Por último, Popono, fiel a su costumbre, manifestó: “Queremos que sea una fiesta nosotros vivimos de fiesta sin importar si somos de Central o de Newell’s, obvio que quiero que gane Central, pero quiero que todo sea tranquilo, que podamos disfrutar del partido y no tengamos que estar hablando de otra cosa”.