Cerca de la medianoche, la diputada nacional Alejandra Rodenas salió del Congreso y no podía creer semejante movilización de mujeres de todo el país, que adhieren al proyecto de despenalización del aborto. «Mi hija también es militante feminista. Y esta movida representa una enorme señal de que el futuro llegó para las jóvenes. Aquellos que no están advirtiendo lo que le sucede a las mujeres, y también a los hombres que las acompañan en este proceso, son ciegos, son sordos y son mudos», sentenció la legisladora representante del Nuevo Espacio Santafesino, del Frente Justicialista.
Rodenas ensayó una conmovedora descripción a la hora de tomar la palabra en el recinto legislativo y de anticipar su voto en favor de la legalización del aborto. «He podido hablar de lo vivido. Mis años de jueza me enseñaron que la clandestinidad es la gran derrota del Estado. Y creo que la legalización sería un gran triunfo de un Estado moderno. Elegí contar una historia para que la sociedad tome conciencia. Y para que los legisladores que están indecisos puedan visualizar y representarse lo que significa la escena de un aborto clandestino y producido en condiciones de escasa salubridad. Las consecuencias que implica el inicio de un procedimiento penal en contra de la mujer y de los supuestos encubridores. Es una escena muy tenebrosa y medieval. Tenemos que erradicar la figura del Código Penal para que el Estado la reemplace por un proyecto de legalidad que permita que las mujeres elijan. Más allá de las creencias y de las funciones que cada uno tenga», manifestó la diputada del PJ.
«El Estado tiene que acompañar con una ley como herramienta eficaz», sostuvo Rodenas. «Y que los dilemas morales los resuelva cada uno con su propia conciencia. Hay algo interesante que nunca había visto, como la trasversalidad del debate. Que haya distintos sectores políticos comprometidos con la legalización y con la despenalización. Pudimos escuchar argumentos de distinta índole. Estamos ahí, a las puertas de un triunfo pero no de una votación, sino de la legalidad y de un Estado de derecho que les garantice a las ciudadanas argentinas que puedan desear y creer con total libertad», concluyó.