Gustavo Roig está entusiasmado. El entrenador de Los Rosarinos Estudiantil sabe que está ante un gran desafío, pero desde lo gestual hasta lo conceptual se lo nota motivado por esta oportunidad que, a pesar de su experiencia, ve como “un premio” a la trayectoria. Roig fue designado por la Asociación Rosarina para conducir al seleccionado de mayores en el Provincial que se llevará a cabo del 6 al 9 de julio en Gálvez y se encuentra abocado a definir el plantel y los plazos de trabajo, aunque lo que sí tiene muy claro es lo que desea para ese equipo y su preparación.
“Tengo una convicción, quiero trabajar con tiempo y poder transmitir una idea de juego al plantel, realizar concentraciones y generar un compromiso en los jugadores. Mi idea es valorizar el certamen de Rosario desde la convocatoria, el gran potencial que hay con equipos en la Liga Argentina, Federal y la Copa Santa Fe. Creo también en que es importante generar representatividad de los clubes, espejo para los más jóvenes, y por eso cuando me reuní con los dirigentes les conté cuál era mi idea”, explica Roig, ensañado en trazar círculos con la cucharita en la lágrima en jarrita con la que combate la fresca mañana en el centro de la ciudad.
“Los dirigentes estuvieron de acuerdo con la propuesta, que en definitiva es tratar de convocar en su mayoría a jugadores del ámbito local, porque hay valores importantes en las diferentes categorías y clubes. Hay que darle importancia a los que están en nuestro torneo y eso también permitirá tener más tiempo de entrenamientos. Es una convicción mía, es lo que siento que puedo dar y el marco en el que estoy cómodo, aunque por allí no sea lo más sencillo. Dije que sí porque aceptaron mi visión”, explica el experimentado entrenador, quien tampoco descarta el llamado a algún jugador de Liga según el análisis que realice de la disponibilidad de los protagonistas.
Roig hoy vive una etapa diferente de su carrera, focalizado en el trabajo en Estudiantil y radicado en la ciudad, pero en su momento fue uno de los precursores en llevar el nombre de Rosario por otras latitudes, ya sea en el básquet nacional o internacional, pionero en instalar el básquet en Ecuador y también como entrenador de Galgos de Tijuana en los comienzos de la Liga Profesional de México. Pero claro, resignando afectos y obligaciones familiares, lo que a veces se vuelve difícil de sostener aunque las oportunidades aparezcan por la capacidad en la profesión.
«Me gusta devolverle algo al básquet de la ciudad, que la gente vaya a ver a la selección porque hay alguien de su club, que los chicos sepan los nombres de quiénes están jugando. Yo conozco a muchísimos de los jugadores que están en la Liga porque fui parte de su formación, hasta quizás sería más fácil traer a seis chicos de afuera y entrenar cinco días, pero no es lo que yo siento, no estaría cómodo ni me representaría», explica y está lejos de cualquier intención de polémica sobre contar o no con jugadores de Liga.
Quizás también esta idea tenga relación afectiva con el formidable trabajo de Roig en las divisiones inferiores de la Rosarina. Fue impulsor y estuvo a cargo de un proceso de cuerpo técnico estable que marcó una era en la aparición de valores de diferentes clubes locales que también lograron títulos a nivel provincial con los seleccionados de Rosario y en el ámbito nacional con los combinados de Santa Fe. Esa idea se sostuvo en el tiempo con otros nombres y en general dio mucho resultado.
«Siempre traté de que quede algo más que simplemente un título o un torneo ganado. Mi idea que los jugadores se puedan desarrollar y que también los entrenadores puedan acceder a ver las prácticas, a participar y escuchar nuestra idea de trabajo. La verdad deseo que todos puedan acompañarnos, porque esta selección tiene que ser de todo el básquet de Rosario», analiza el técnico, quien tendrá a Néstor Gnass como asistente principal y a Manuel Collatti como otro de sus colaboradores. El resto del cuerpo técnico se definirá en las próximas horas, así como la designación de los jugadores para en plantel. “Quiero comenzar a trabajar a más tardar en la segunda semana de mayo. Estoy charlando con jugadores y entrenadores para ver los calendarios y no entorpecer la disputa de los torneos”, explica.
Red Star, Regatas, Puerto San Martín y Estudiantil son algunos de los clubes que pueden atestiguar la pasión de Roig por la profesión y el deporte, muchas veces enfocado también a la docencia en los barrios y a tratar de expandir el básquet desde su aspecto más puro. Quizás no se equivoque en su reflexión y esta designación para conducir al seleccionado de mayores sea un premio, un reconocimiento, porque en definitiva es la forma en que lo siente. Y lo sentimental genera compromiso, el mismo que intentará inculcarle a su equipo en la previa del torneo provincial.