Cuando apareció Sticky Fingers (1971) para muchos –incluido este cronista– el último disco bueno de los Rolling, o, por lo menos, el que mantenía intacta esa fiereza inicial y su singular apropiación del R&B, el blues y sus exquisitas piezas psicodélicas, trajo de la mano el archifamoso logotipo de la lengua, del cual se dice que, junto a la cara del Che Guevara, ostenta ser el más utilizado en todo el mundo, y por tres generaciones por lo menos, en afiches y estampados y en dispositivos publicitarios.
La tapa de ese disco fue diseñada por Andy Warhol cuando estaba en su cenit creativo y durante un tiempo se creyó que la célebre lengua también había salido de su mano alzada. Pero el artista pop había puesto toda su garra en esa tapa con el plano detalle del cierre de un pantalón de un jean a punto de abrirse, una tapa que fue polémica por su sugerente oferta y que de algún modo opacó la aparición del logotipo durante las dos primeras tiradas del disco.
Las variadas interpretaciones
Después se discutiría mucho acerca de si esa boca y esa lengua representaban el desenfado de la banda o si se trataba de la mismísima gran boca de Mick Jagger, quien solía hacer ostentación de ese órgano mientras se movía espasmódicamente por el frente de los escenarios.
El dibujo original lo hizo un estudiante llamado John Pasche, amigo personal de Jagger, y fana del grupo que venía ofreciéndole al cantante algunos dibujos e ilustraciones para identificar el sello propio que los Stones acababan de armar.
Ante una gira europea inminente y de acuerdo con Keith Richards, que eran quienes se metían más de lleno en cuestiones de imagen, como antes de su muerte lo había sido Brian Jones, encargaron a Pasche un dibujo que representara a la diosa Kali, un poco imbuidos todavía de esa filosofía hindú que habían instalado poco antes Los Beatles en la escena musical occidental.
Y porque además los Rolling también se jactaban de haber sido tocados por esa “sabiduría oriental”, como lo prueban varios temas del magnífico Sus Majestades Satánicas (1967). Y Pasche se devanó los sesos hasta que encontró esa imagen –la de la boca y la lengua– donde creyó reunir parte de lo que le pedían: Kali promovía la destrucción como parte primordial del amor y su figura mostraba una lengua exuberante, pero también lo que él consideraba el espíritu de la banda: la irreverencia que los situaba en un lugar donde sus miembros parecían cagarse en todo lo que no fuera la música que hacían y donde las fiestas sexuales con groupies eran a esa altura moneda corriente.
El tema de la burla no fue menor ya que una lengua afuera implicaba eso y no otra cosa en esa forma de diseño y, claro, no era nada exagerado pensarlo así.
En el terreno de los comentarios más osados pero que no obstante aparecieron en medios de la época, se hablaba de que Jagger prefería el cunnilingus a cualquier otra práctica amorosa.
No pocas veces, el cantante y otros integrantes de la banda fueron asediados por periodistas acerca del verdadero significado pero nunca se logró desentrañar a qué aludía específicamente.
Fácil de retener y con significado ambiguo
El que hoy es un símbolo mundial fue grabado por primera vez en unas invitaciones VIP a un show especial que los Rolling dieron en un famoso club londinense que sería grabado por la BBC en marzo de 1971.
Como casi toda la gente quiso guardar las invitaciones y luego fueron un vivo comentario en otra actuación que la banda dio en una ciudad costera a una hora de Londres, apenas unos meses después se decidió que identificaría el nuevo sello discográfico de la banda.
Además el isologo, que es lo que denomina mejor al símbolo, estaba en sintonía con la estética de esos tiempos, cuando finalizaban los turbulentos 60 y arrancaban los también movidos 70, una imagen completamente fácil de retener y con un significado ambiguo que encendía las teorías e hipótesis más disparatadas.
Y, por supuesto, mucha alusión sexual que más tarde se iría desdibujando pero que nunca perdería ese posible carácter inicial.
La confusión con Warhol fue a partir de que muchos asociaron la lengua con algunos de los diseños del artista plástico norteamericano, sobre todo con las latas de las sopas Campbell. No es difícil asociar ambos símbolos pero lo que es seguro es que el de los Rolling superó en circulación –ya que no en cuanto a rasgo identitario–, al de Warhol.
El símbolo gráfico más reconocible
El original creado por Pasche se encuentra en el Museo de Arte y Diseño de Londres luego de habérselo comprado a su autor en 2008, quien esa vez sí pudo percibir una cifra un poco más jugosa que en 1971, que fue apenas de 50 libras, pero que al entonces estudiante de arte le fue más que útil.
Hoy, a cincuenta años de aquel hecho que sumó una gráfica a la potente imagen que daba la banda inglesa, es el símbolo más reconocible en el mundo sin que haya ninguna necesidad de mentar a los Rolling Stones.
Pocas bandas internacionales tienen implantada esa presencia expresiva y reconocible como una especie de ADN. En el ámbito nacional y latinoamericano la tapa del primer disco de Almendra, que trae indefectiblemente la imagen de Spinetta, podría levantar esa bandera.