1. Dejá de estar a la defensiva aclarando que vos sos feminista: es como un blanco de clase media diciendo que es proletario porque cree en la lucha de clases, pero no se involucra colectivamente a cuestionar el orden de las cosas. Así como se rompe con la clase, rompé con el macho.
2. Dejá de decir que es difícil y de preguntar cómo o por dónde: como cuando no encontrás algo y, como hay mujeres alrededor –sea casa u oficina–, ni te levantás a buscar. Ponete a pensar en primera persona cómo desmontar los privilegios que están ahí matándonos a todos, pero a nosotras con odio. Hacete cargo: nosotras tenemos furia porque nos odian. Ayudate con tus compañeros, en lugar de competir como gallitos, usándonos a nosotras de blanco.
3. Proponé políticas que no sean reconocernos como víctimas y policializarnos. Por ejemplo: que nos paguen igual. Dignificate pidiendo ser igual.
4. Armá un escándalo vos: cuando la misma autoridad electoral que dice que no puede validar una lista toda de mujeres, a vos te deja seguir participando con tu mínimo del cupo.
5. Disputá en los convenios colectivos de trabajo que los regímenes de licencia sean compartidos, para que las minas no sigamos sosteniendo el cuidado reproductivo solas y no que lo tenga que decir «la compañera de género».
6. Armá tus reuniones de trabajo, estudio y militancia considerando que, si hay hijos, alguien tiene que cuidarlos y que los horarios no dan lo mismo para unos y otras. Ofrecete vos a bancar tareas para que la militancia feminista no sea un malabar.
7. No te hagás el gil o te callés cuando tus compañeritos se ponen machistas y sexistas con los chistes.
8. Desistí activamente de comprar mierdas que te vendan tratando a las minas como cosas.
9. Suspendé un día de campaña para exigir que busquen a las pibas y ponete al frente.
10. Hacé algo más que «acompañar», para dejar de subrayar con la violencia de cada día que ser mina es peligroso.
Es una humilde propuesta. Tu pasividad a esta altura es complicidad, muchacho.
* Abogada, integrante de Inecip (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales y maestra de la Beca Cosecha Roja (escribió estas reflexiones pocas horas después de que se encontrara el cuerpo de Anahí Benítez).