Adaptarse y transformarse constantemente. De jugadora a DT, luego a Conmebol y nuevamente al campo de juego. Formó parte de una selección “invisible” y ahora encara el desafío de dirigir una selección, que no es la de su país de origen, pero ya se la apropió. Rosana “Zurda” Gómez, referente del fútbol femenino sudamericano, conversó telefónicamente con El Hincha y contó el nuevo desafío de dirigir la Selección de Bolivia, al tiempo que analizó el presente del fútbol en ese país, recordó la Copa América del 2006 con Argentina y reflexionó sobre la que va a comenzar en apenas unos días en Colombia.
En los 3.600 metros sobre el nivel del mar de La Paz, la Zurda encara la última semana de preparación de cara a la Copa América que comenzará en Colombia el viernes 8 de julio. Después de un breve paso dirigiendo Argentino de Rosario, llegó el llamado de la Federación Boliviana, armó las valijas y se subió al avión. “Los primeros días cuesta: haces una adaptación, duele la cabeza un poco y te falta el aire. Nos dieron el consejo de tomar té de coca”, contó la Zurda, ahora con el buzo de Bolivia.
“La gente de acá me había contactado a principio de año, yo había presentado un proyecto el año pasado, pero me llamaron cuando yo ya estaba en Argentino. Tenían un entrenador para la Sub 20 y cuando termina la competencia que estaba encarando vuelven a contactarse conmigo”, explicó.
“Dirigir una selección, si lo miraba desde lo personal, era un desafío y un crecimiento muy grande, pero siempre pensando en el desarrollo del fútbol femenino y las mujeres cómo cabeza de grupo”, dijo sobre su salida del equipo rosarino y su llegada a suelo boliviano el 25 de mayo, lugar que se transformará en su hogar – si no surgen imponderables- durante los próximos tres años, con la meta de desarrollar un proyecto a largo plazo para trabajar “desde los cimientos”.
La realidad del fútbol en Bolivia es muy distinta a la que se vive en Argentina y muy parecida a la que se atravesaba hace apenas unos años. Está en las últimas posiciones del ranking mundial, tiene poco desarrollo y “desde el momento en que llegamos, encontrar las jugadoras fue difícil, había poco registro, hay pocos torneos y las regiones están muy distantes entre sí y cada una es distinta e independiente en su forma de desarrollarse”.
“Es similar al futbol argentino hace unos años atrás o cuando yo era jugadora que pasábamos por las mismas necesidades. Hoy no está tan desarrollado, pero ya con una liga profesional, esos equipos que están en buenos aires o del interior y van a competir y van viendo otra formación”, dijo Gómez.
“Armar una lista de 30 jugadoras fue difícil, encontramos que había muchas jugando afuera en Estados Unidos y España principalmente, pero por el corto tiempo de preparación algunas no pudieron pedir permiso en sus clubes y fue difícil armar ese listado final”, explicó la ex DT de Central.
Sin embargo, la Zurda destacó que “lo que más nos gusta de este grupo de mujeres es la predisposición y las ganas que tienen y que se entregan al ciento por ciento, y lo hacen con muchos problemas externos, de venir y no saber cuándo vuelven a sus casas si tienen trabajo o si les dan el permiso en el estudio”.
Por su paso como jugadora y la experiencia que ganó en sus casi tres años trabajando en Conmebol, la ex jugadora de la Selección Argentina tiene en conocimiento de lo que sucede en la generalidad, en las diferentes ligas de Sudamérica. “Cada una tiene sus problemas para desarrollar la disciplina, y de a poco va cambiando, Bolivia no es la excepción y creo que el cambio se va a notar en el corto plazo”. La apuesta por la Federación está hecha. El contrato que une al cuerpo técnico que encabeza Rosana Gómez, acompañada por Florencia Piriz y Leandro Sequeira, es de tres años y apunta a desarrollar las categorías menores.
Crecimiento personal y colectivo
“Me pasó a lo largo de toda mi carrera deportiva y como profesional, como entrenadora. No magnifico tanto sino vivo el día a día. Siento que la oportunidad de entrenar a una Selección se ha dado como consecuencia de toda mi carrera, de haber querido seguir ligada a este deporte y de toda la experiencia que fui sumando y todo lo que he vivido, dirigir una Selección Universitaria, dirigir un equipo que hoy está en el torneo semiprofesional, me he capacitado para poder estar acá desde un lugar con otra mirada, creo que en este caso con la experiencia necesaria para poder llevar a cabo mi rol”, reflexionó con la humildad que la caracteriza.
“Asumo el compromiso con mucha responsabilidad, convencer al grupo de que sí se puede es una gran responsabilidad, ojalá que mi aporte sirva para ayudar al desarrollo del futbol femenino de Bolivia”, insistió.
Las mujeres al frente de la dirección técnica de equipos de fútbol también es una profesión que está creciendo. Si bien aún la gran mayoría de los equipos son dirigidos por hombres, las puertas comienzan a abrirse de a poco para mujeres que sueñan o soñaron con ser entrenadoras.
La Zurda soñó con eso desde el momento en el que dejó el fútbol. También soñó con dirigir a la Selección de su país. “Cuando en el 2007 quedo afuera de la Selección Argentina y no me vuelven a convocar, paso el 2008, 2009 y fueron mis mejores años desde lo deportivo, estaba muy bien, pero sentía que ya no me iban a convocar”, contó sobre el momento en el que le picó el bichito de la dirección técnica. La Zurda ya había jugado dos mundiales, había ganado una Copa América y triunfado en muchos clubes del fútbol argentino. Con una vida ligada al fútbol se puso a pensar en dónde y cómo podía seguir estando ligada al fútbol. Pensó en ser referí, en ser profe y periodismo deportivo. Nada la terminaba de convencer, hasta que surgió la posibilidad de estudiar para ser entrenadora, siempre le había gusto la docencia, tal es así que estudió dos años para ser maestra jardinera.
“Buscaba la veta para seguir trabajando en el fútbol”. En 2010 se recibió y fue determinante: “Le dije a mi mamá que iba a ser entrenadora de la Selección Argentina”. Hoy le toca en otro lado, pero los sueños se transforman.
Después de un tiempo como DT de Central, cuando el equipo rosarino jugaba en Rosarina, la Zurda se fue a trabajar a Conmebol. Allí empezó a trabajar para las licencias de las entrenadoras y veían que eran pocas o que no aparecían. Así, empezaron a investigar y buscarlas. Ahí volvió a hacer un click: “Dije, yo tengo que volver a dirigir, era lo que me apasionaba, estar ahí en el campo. Quería que las jugadoras no tengan las necesidades que yo tuve, que el manejo de grupo sea distinto a las experiencias que yo había tenido”.
La Copa América “invisible”
“Ser invisibles”, así describe Rosana Gómez al grupo de futbolistas que en el 2006 y en Mar del Plata, levantó la Copa América. La primera y única para la Selección Argentina. En la final ante Brasil fue victoria 2-0.
“Lo que se me viene a la mente es agradecimiento a la vida por estar en ese lugar, en ese momento y de haber estado en un grupo que fue una camada super exitosa, era en gran parte la base de Boca en ese momento, que venía arrasando y ganando todos los torneos, éramos muy competitivas”, recordó sobre ese título histórico.
Las claves para conseguirlo, fueron varias. Pero la Zurda destaca la continuidad en el trabajo: “En el 2003 cuando Argentina clasifica al Mundial por primera vez, se logra una continuidad, eso creo que fue la calve para hacer una Copa América impecable”.
“Tengo un recuerdo muy marcado de esa final y es que me fracture la mano, el quinto metacarpiano, luego de que una pelota me pegara cuando yo estaba ubicada en la barrera en un tiro libre. Estábamos dando la vuelta y nadie se dio cuenta. El dolor era increíble, esa misma noche volvimos a Buenos Aires, me hicieron ecografía, me operaron y me pusieron dos tornillos”, recordó. La obtención de la Copa le dejó un recuerdo también en el cuerpo.
Sobre ser invisibles, la respuesta es contundente: “Nadie se enteró”. “Hoy por suerte eso cambio y hoy que se televisen los partidos, que haya más información yo lo celebro, porque no quiero que les pase a las jugadoras lo que nos pasó a nosotras como deportistas”, continuó.
La Zurda comenzará su camino como entrenadora de una Selección en el partido inaugural de la novena edición de la Copa América. Será el viernes 8 ante Ecuador. Bolivia integra el grupo A junto a las locales, Chile y Paraguay.