El 19 de marzo Jorge Bergoglio asumió como Francisco I quedando en la historia como el primer Papa argentino.
El 6 de octubre Pablo VI, humilde institución del oeste rosarino, se daba el gran gusto y se coronaba campeón del Molinas al golear 5-1 a Central
Dos acontecimientos que tienen un denominador en común: el nombre de un pontífice.
El Hincha reunió a parte del plantel campeón para una producción especial y dialogó con el técnico, Silvio Lingiardi, sobre la gran campaña del elenco papal.
“Con este logro uno tocó el cielo con las manos”, fue lo primero que dijo Lingiardi. Y luego agregó que: “salir campeón fue un momento lindo, una mezcla de emoción y de orgullo”.
Lingiardi tomó el equipo a comienzos del año 2012. Primero ascendió al Molinas, siendo segundo del campeón Adiur y ahora se consagró en el torneo más relevante a nivel local.
“Es difícil proponerse salir campeón, el año pasado la idea era ascender como sea y se nos dio haciendo un gran campeonato. El objetivo de esta temporada era ser protagonista y con el correr del torneo ya sabíamos que íbamos a dar pelea hasta lo último. El grupo tuvo muchas ganas, mucho hambre de gloria y se mataron en cada partido para lograr lo que consiguieron”, expresó el técnico.
Además del sacrificio colectivo y la jerarquía individual para Lingiardi una de las claves del título fue “el amor que tienen todos los jugadores por el club. El sentido de pertenencia que tiene por la institución. Son hinchas fanáticos del club”.
En toda coronación siempre hay un partido que indica para qué está el grupo.
“El partido bisagra fue con Mitre. Lo ganamos en el minuto 95 y de visitante. Y otro fue cuando le ganamos en nuestra cancha a Newell’s. Ese triunfo nos acercó muchísimo al título”, confió el entrenador.
Dentro del plantel hay chicos que estudian, que trabajan, que tienen familia. Sin embargo parea ninguno fue un obstáculo a la hora de las prácticas. “Se trabajó con frío, con calor, no faltaba nadie. Muy comprometidos con la causa”.
Si bien el fútbol es un deporte colectivo, las individualidades en algunos partidos inclinan la balanza. Y el Canario tuvo a Cedro en el arco, Almirón como el patrón de la defensa, Escobar dueño del mediocampo y a Rolón, Ahumada y Barrios determinantes en la red.
“Julio Scharfspitz jugó un gran torneo. Rolón, Ahumada, Barrios y Escobar pueden jugar en cualquier lado. Almirón y Cedro son más veteranos (risas), pero fueron fundamentales en este título”, dijo el DT.
Por último, Lingiardi habló de su futuro y destacó el apoyo familiar en estos dos años. “Todo necesitamos un cambio de aire. Nosotros y los chicos. Así que es muy factible que no siga”. En cuanto a la familia dijo que “fue fundamental, me acompañan a todos lados. Si no tenes ese apoyo es imposible”.
