En el marco de los debates actuales sobre feminismos que luchan por un acceso igualitario de hombres, mujeres y disidencias en diferentes ámbitos, el Concejo Municipal aprobó la modificación de una ordenanza para obligar a las instituciones deportivas a admitir la plena participación en la vida comunitaria, política e institucional de las mujeres si solicitan beneficios o subsidios a la Municipalidad.
El proyecto fue de la concejala Caren Tepp que integra la comisión de Feminismos y Disidencias del Concejo, donde además están María Luz Olazagoitía, Norma López, María Fernanda Gigliani, Lorena Carbajal, Susana Rueda, Daniela León y Marina Magnani. La propuesta ya había tenido respuestas negativas en su primera presentación en 2016.
La nueva normativa pone en problemas a, por lo menos, dos clubes tradicionales de Rosario que no permiten un pleno acceso a las mujeres. Se trata del Club Rosarino de Pelota y el Jockey Club.
La lucha por habitar espacios más justos e igualitarios en los clubes de Rosario
El Rosarino de Pelota, ubicado San Luis y Alem, se fundó en 1922 y al día de hoy no permite que las mujeres practiquen deporte alguno. Por su parte el Jockey, con sede central en Córdoba y Maipú y su campo de deportes en barrio Fisherton, no permite que las mujeres se asocien pero sí tienen acceso a las instalaciones y la mayoría de los deportes que se ofrecen.
Es curioso ya que más de la mitad de las personas que asisten al Jockey son mujeres. La comisión directiva del club atribuye la situación de desigualdad a que el estatuto fue confeccionado a principios de siglo XX y no tuvo mayores modificaciones a la fecha. Actualmente, trabajan en esa entidad en un borrador desde hace tres años, que iba a ser tratado en asamblea durante 2020 pero por las medidas de restricción por la pandemia aún no fue analizado.
Hoy por hoy, las mujeres que asisten al club no pueden participar de la comisión directiva, por lo que no tienen injerencia en las decisiones que toma la institución.
La reforma que están trabajando, aseguran a la prensa, incluye igualdad de condiciones para hombres, mujeres y disidencias.
Los clubes que no incluyen a mujeres y disidencias en sus estatutos no podrán acceder a subsidios
La normativa actual se rige por mecanismos que están muy lejos de las luchas de estos días: las mujeres pueden asistir al club a través de algún socio varón que puede ser su padre, su hermano, su marido y en algunos casos sus hijos si son mayores de 21 años.
Si una mujer es adherente a través de su padre y contrae matrimonio con un hombre cambia de “estado”: pasa a ser socia a través del marido. Si se divorcia, por estatuto, no puede continuar en el club.
Según sus directivos, sólo resta adecuar una normativa más moderna, que contemplaría también a parejas del mismo sexo, con la cuestión económica y financiera.
El debate y la norma
La modificación de la ordenanza N°8340 establece que los clubes solicitantes de beneficios o subsidios a la Municipalidad deben “garantizar la plena participación en la vida comunitaria, política e institucional a mujeres y personas LGBTIQ+ quedando excluidos de esta posibilidad los clubes que en sus estatutos y normas de funcionamiento interno contengan o establezcan condiciones y/o actos de discriminación que restrinjan, impidan o dificulten la plena participación de las mujeres y personas LGBTIQ+”.
Además, establece obligaciones para que los clubes hagan público su estatuto en el Registro de Entidades Deportivas y Recreativas, incluyendo su personería jurídica, realización de asambleas, normas de funcionamiento interno, nómina y datos personales completos de los miembros de la Comisión Directiva registrada. Y fija un plazo de dos años de la entrada de vigencia de la presente ordenanza para que los clubes realicen las adecuaciones de sus estatutos o normas de funcionamiento interno.
“Entendiendo que los clubes son lugares privilegiados para la socialización, construcción de identidades comunes y para el encuentro, pero que, a su vez, hoy en día existen algunos de nuestra ciudad en los que las mujeres ven impedido su derecho a ser socias plenas y/o a participar en igualdad de condiciones, este proyecto trata de ser una herramienta para que las entidades que no garanticen el acceso igualitario a todas las personas a la participación social, política e institucional, queden exentas de los beneficios diseñados por el Estado Municipal, por llevar adelante prácticas discriminatorias que el Estado de ningún modo puede convalidar, estimular o promover”, explicaron desde Ciudad Futura.
En el Concejo, votaron de manera negativa la ordenanza los macristas Carlos Cardozo, Germana Figueroa Casas, Alejandro Rosselló y Ana Laura Martínez, de Juntos por el Cambio, y Renata Ghilotti, de Propuesta Republicana.
En tanto las edilas que intervinieron en el debate fueron, además de Tepp, Norma López, del Frente de Todos-PJ; Susana Rueda, de Rosario Progresista; Renata Ghilotti, de Propuesta Republicana y Marina Magnani, de Unidad Ciudadana; y los concejales Cardozo, de Juntos por el Cambio, y Agapito Blanco, de Cambiemos.