En India hay cerca de 250 argentinos que quedaron varados en cuarentena en hoteles y que piden respuestas concretas al gobierno nacional para ser repatriados. Según hizo saber una docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que está con tres compañeros de viaje en la ciudad de Mumbai, en ese país asiático se viven cada vez más situaciones de xenofobia por temor al contagio de coronavirus que «lindan con la violación de los derechos humanos» y que hace peligroso incluso salir abastecerse de comida. Piden que habiliten el aeropuerto de Ezeiza para que las líneas aéreas que debían traerlos de regreso puedan aterrizar para volver a sus casas.
Nora Testa es licenciada en Antropología y docente de la UNR. El 7 de marzo pasado partió rumbo a la India junto a su pareja, su cuñada –veterinaria y también docente universitaria- y el esposo de esta, en un vuelo de la línea aérea Ethiopian. Tenían fecha de regreso para el 26 de marzo pasado, pero apenas cinco días después de empezar el viaje, el 12 de marzo, el gobierno argentino decretó la emergencia sanitaria. Unos días después lo hizo la India. Los vuelos fueron cancelados: Nora y las tres personas que están con ella, quedaron en cuarentena en el hotel en el que se alojaban, en la ciudad de Mumbai. En todo el país hay cerca de 250 argentinos en situaciones similares.
“En India se ha desatado una xenofobia muy marcada hacia todos los extranjeros, haciendo peligroso el simple hecho de salir a comprar alimentos”, dijo Nora a través de un escrito que hizo público este miércoles. “Estamos incluidos en un grupo de WhatsApp formado por gran número de compatriotas varados en India, y puedo asegurarles que muchos de los relatos de discriminación y maltratos que padecemos algunos de nosotros lindan con la violación de los derechos humanos: golpes con lathi (bastones que usa la policía India para castigar a su gente en la vía pública), amenazas con armas de fuego, desalojos, falta de insumos básicos, entre otros padeceres; grandes castigos por ser extranjeros”, detalló la antropóloga.
De acuerdo con la docente, “todo estos abusos han sido reportados a la Embajada Argentina y al Consulado en Mumbai, sin más apoyo que el asesoramiento administrativo de formularios interminables, con softwares complicados para ser manejados desde un celular (único elemento que poseemos, la mayoría de nosotros, para conectarnos a la web). Hay personas de todas las edades y algunas, como yo, con medicación diaria por patologías crónicas. De más está decirles que los medicamentos se nos acabarán en breve, ya que no estaba en nuestros planes este aislamiento en India”.
La sensación que Nora transmite a través de su carta es de desamparo y pide respuestas concretas del gobierno nacional, aunque aclara: “No queremos cargar al Estado argentino de la responsabilidad de trasladarnos a nuestro país, pero sí exigimos que permita que las líneas aérea a las cuales pagamos nuestros tickets de regreso puedan aterrizar en Ezeiza. De ahí en más, nos atendremos a los protocolos sanitarios requeridos”.
Las líneas aéreas que cancelaron los vuelos de los 250 argentinos varados en India “recién muestran vuelos posibles a Argentina a partir del 18 de abril, con recargos de hasta 900 dólares por reprogramación de fechas, ya que aducen que están agotados los lugares en las clases económicas, la gran mayoría de argentinos aquí, no tienen el dinero para pagarlo”, explica Nora.
También pide empatía a los ciudadanos argentinos: “Puedo notar en cada una de las conversaciones con amigos y familiares reproches velados por nuestros reclamos y temores por las infecciones que podemos llevar con nosotros; por eso les pido que traten de poner una dosis de empatía en sus pensamientos y comprendan que queremos volver a casa, que no hemos cometido ningún delito y que hay gente con riesgo de vida que tiene derecho el derecho constitucional de volver a su patria”.