El último informe laboral confeccionado por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) detalló que en Rosario el 83 por ciento de las personas asalariadas trabaja en el sector privado y sólo el 16,5 por ciento lo hace en el Estado, mientras que en el aglomerado Santa Fe dichos cálculos son del 62 por ciento y 35,6 por ciento, respectivamente. “Tanto en Rosario como Santa Fe, el sector estatal tiene una proporción de asalariadas mujeres mayor al existente en el sector privado”, detalla el informe.
Según indica el documento, la industria, comercio y servicios financieros constituyen las actividades que más trabajo asalariado generan en Rosario. En el caso del aglomerado Santa Fe, en tanto, los rubros que dan más empleo son “el comercio, la administración pública y la enseñanza”.
De acuerdo con el informe basado en la encuesta permanente de hogares, más del 70 por ciento de la población económicamente activa (PEA) de Santa Fe y Rosario es asalariada. “La PEA está integrada por quienes trabajan o buscan activamente una ocupación y representa poco más del 42 por ciento del total de la población en el aglomerado Santa Fe, mientras que en el Gran Rosario dicho porcentaje asciende al 47%”, precisaron desde el Ipec, y agregaron que “la relación entre PEA y población total se denomina tasa de actividad”.
El organismo provincial relevó en el informe la situación laboral de la población, entre otros aspectos socioeconómicos. El documento contiene los principales datos de la estructura laboral, actividades que generan empleo y aspectos puntuales de coyuntura. Con respecto a los conglomerados de Santa Fe y Rosario, “si bien ambas ciudades mantienen similitudes en algunos aspectos, se destacan ciertas diferencias puntuales”, señalaron desde el Ipec. La edad y el nivel de educación influyen en gran medida en las situaciones de desocupación.
En cuanto a la composición por sexo de la PEA, “cerca del 60 por ciento son varones y el 40 por ciento mujeres, tanto en el aglomerado Rosario como en el de Santa Fe”. Además, “los asalariados resultan la categoría ocupacional ampliamente mayoritaria en ambos aglomerados. En Rosario el 75 por ciento de los ocupados es asalariado y en Santa Fe dicho porcentaje es del 72 por ciento”. “El resto de la masa ocupada, en tanto, se distribuye entre cuentapropistas, trabajadores familiares sin remuneración y patrones, en dicho orden”, añadieron.
En cuanto al tipo de empleo, tanto en el aglomerado Santa Fe como en el de Rosario, los varones tienen una proporción predominante en los trabajos operativos, los trabajos profesionales se reparten de manera equilibrada entre mujeres y varones; mientras que las mujeres tienen una proporción mayor en los trabajos técnicos como también en los no calificados.
Sub y desocupación
Tanto los desocupados –los que no tienen ocupación y la buscan– como los subocupados –quienes aún estando ocupados trabajan menos de 35 horas a la semana y desean trabajar más– constituyen dos de los principales problemas de empleo. En el cuarto trimestre de 2011, la desocupación en el Gran Rosario fue del 8,1 por ciento de la PEA, mientras que en el aglomerado Santa Fe dicha tasa fue del 5,7 por ciento.
La subocupación en dicho trimestre fue del 5,7 por ciento de la PEA en el Gran Rosario, ascendiendo al 7,7 por ciento en el Gran Santa Fe. En ambos aglomerados, la mayor proporción de subocupados eran demandantes, esto es que deseaban trabajar más horas y buscaban hacerlo.
“Sumando ambos problemas de empleo –desocupados y subocupados–, en Rosario las personas que buscaban ocupación o estando ocupadas buscaban trabajar más horas representaban en el tercer trimestre de 2011 el 13,8 por ciento de la PEA”, precisó el informe, que agregó que “en el aglomerado Santa Fe ese mismo porcentaje era del 13,4 por ciento”.
En ambos aglomerados las tasas de desocupación como de subocupación manifiestan diferencias según el género, resultando ambas tasas algo inferiores en el grupo de varones. Tanto en el aglomerado Santa Fe como Rosario las tasas de desocupación resultan superiores entre las personas con menos de 30 años de edad, mientras que en las edades superiores dicha tasa se reduce por debajo de la media.