La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y representantes de Acindar (planta Heredia) de bulevar Seguí al 7500, mantuvieron este miércoles una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial: el gremio metalúrgico denunció este lunes maniobras de desabastecimiento. Sin embargo, la empresa firmó hoy un compromiso que no corren riesgos los puestos laborales y tampoco caerá la producción.
«En la audiencia ratificamos el reclamo y tomamos con buenas expectativas la posición de la empresa. Es decir, que lo hayan dejado por escrito es importante. No obstante, seguimos en estado de alerta», dijo a El Ciudadano, Pablo Cerra, abogado de la UOM.
El letrado explicó que llegaron a la instancia de hacer la denuncia ante el Ministerio de Trabajo de la provincia porque iban a tercerizar la producción a otras localidades: «Por ese motivo abrimos el paraguas».
La planta de zona sudoeste, en principio, se usaba para sistemas logísticos, pero luego se dedicaron a hacer producción de acero. Actualmente, trabajan unos 90 operarios en forma directa e indirecta.
En la audiencia de este miércoles, en el Ministerio de Trabajo provincial de Ovidio Lagos y San Lorenzo, además de la UOM, se presentó el abogado de la firma y un representante de Recursos Humanos.
«A mi criterio la reunión fue positiva. La empresa asumió el compromiso de que no va a disminuir la producción en la planta y no va a llevar adelante ningún desabastecimiento. Por ende, no se va a alterar ningún puesto laboral», dijo Cerra.
Y concluyó: «Tenemos el antecedente inmediato de lo que pasó en la planta Navarro. Empezaron de la misma manera, despidieron a los empleados y cerraron. Por ese motivo queremos estar cubiertos».
Conocida
Acindar despidió el 31 de octubre de 2018 al personal que trabajaba en la planta Navarro (que hacía trabajos de laminado), ubicada en Presidente Perón al 7800, en la zona oeste de Rosario.
La cesantía de los 150 empleados que la empresa tenía desde 2016 se dio en varias etapas. Para la UOM, se trató de una medida “arbitraria e intempestiva”.
En ese momento, Cerra recordó que la intención de vaciar la planta había sido denunciada hacía dos años por el gremio. Es decir, cuando comenzaron las primeras suspensiones y los retiros.
El ajuste de la planta Acindar Navarro había empezado en 2016. En noviembre de ese año, eliminó uno de los dos turnos de laminado y unos 80 empleados decidieron tomar retiros voluntarios. En ese momento, la empresa fundamentó la eliminación del último turno por la baja en la demanda a cuenta del contexto económico recesivo.
