Más de 30 trabajadoras de diarios, revistas, radios, canales, productoras y otros emprendimiento de comunicación de todo el país se reunieron en Rosario el pasado 27 de septiembre, en el Primer Encuentro Nacional de Trabajadoras de Medios Autogestionados, para debatir el rol de las mujeres hacia adentro de las cooperativas y también el perfil de los contenidos. La actividad, organizada por la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos (Fadiccra), se amplió con la presencia de otros colectivos y concluyó con la elaboración de un documento colectivo, “Perspectivas y desafíos para construir una comunicación democrática”.
“Tuvimos un día entero para conocernos, saber qué hacemos, cuáles son nuestras inquietudes, qué sucede día a día en las cooperativas de prensa de nuestras provincias, entendiendo que desde el intercambio podemos comenzar a construir redes de trabajo y militancia”, narraron, como parte del documento, desde su propia experiencia de participación.
“Encontramos en el cooperativismo nuestro medio de vida y de militancia, y en sus valores y principios reconocemos nuestra forma de hacer política desde la comunicación”, declararon las participante, para a continuación advertir: “Pero también vemos la necesidad de acción hacia adentro de nuestras organizaciones, federaciones y confederaciones, en la búsqueda de la equidad entre mujeres, hombres y otras identidades, de la conquista de derechos hasta hoy postergados también en los sectores solidarios y populares”.
La equidad, entonces, quedó expuesta como principio fundamental en el encuentro: “Creemos que como cooperativas de trabajo y espacios autogestionados, el tratamiento de noticias con perspectiva de género es fundamental para vinculamos con nuestrxs lectores, oyentes, televidentes, y garantizar la pluralidad y la diversidad de voces, rescatando los valores del cooperativismo como la honestidad, la transparencia y la responsabilidad social. Pero también estamos convencidas que la formación para reconstruirnos en el oficio no sólo debe implicar a las mujeres trabajadoras de medios sino también a los hombres y otras identidades”, establecieron.
En esa línea, las trabajadoras también sentaron el planteo de ampliar la convocatoria a “a trabajadoras y otras identidades de medios que integran numerosos proyectos asociativos que producen información honesta e indispensable para garantizar una verdadera democracia”, reconociendo que muchas lo hacen bajo modelos autogestionados “frente al achique o el cierre de medios, o a la imposibilidad de acceder a empleos dignos en empresas periodísticas tradicionales”.
“Creemos que es necesario seguir analizando críticamente bajo el paradigma de «Comunicar en tiempos de neoliberalismo» –destacan en el documento– porque el mapa de medios en nuestro país está cada vez más concentrado y además, porque el desafío que tenemos es muy grande si queremos seguir construyendo la comunicación como un lugar más democrático”.
En ese marco, y con fuertes cuestionamientos al gobierno nacional por sus políticas (ver aparte) que impactaron de lleno en todo el sector comunicacional, el plenario resolvió:
N Proponer al consejo de administración de Fadiccra la instrumentación de un área específica de género dentro de su organización para generar e impulsar desde allí diversas propuestas que puedan surgir en relación a los temas y problemáticas que nos convocan.
- Generar una herramienta de consulta que contenga recomendaciones para el tratamiento de noticias con perspectiva de género, en los distintos lenguajes y con el objetivo de ponerla al servicio de trabajadoras, trabajadores y otras identidades de medios cooperativos y de servicio, comunitarios, pymes, mutuales y todo espacio de comunicación que se reconozca en la autogestión, en el asociativismo.
- Impulsar, a través de distintos dispositivos, que todos los miembros de nuestras cooperativas, hombres, mujeres y otras identidades tengan formación en género.
- Instrumentar capacitaciones a las mujeres de nuestras organizaciones en materia de cooperativismo.
- Evaluar la posibilidad de que los medios cooperativos puedan acceder a las capacitaciones que se dicten en organismos estatales en virtud de la Ley Micaela.
- Trabajar la cuestión de derechos laborales de la mujer en medios cooperativos.
- Sugerir a las cooperativas de Fadiccra que incorporen en sus reglamentos internos, sanciones para hechos de acoso y violencia de género.
Entre las firmantes se cuentan la cooperativa EME Contenidos (Buenos Aires); la cooperativa Copegraf, editora de El Independiente (La Rioja), el colectivo Oveja Negra (Buenos Aires), Sur Productora (Centro de Convivencia Barrial Las Flores Sur, Rosario); la cooperativa La Masa, editora de El Eslabón y Redacción Rosario; la cooperativa La Qilqa, Radio Ciudad (Ituzaingó, Buenos Aires); la cooperativa La Prensa, editora de El Diario de la Región (Resistencia- Chaco); el periódico SIC e Infotep –Todo es Política– (Ituzaingó, Buenos Aires); la cooperativa Comunicar, editora de El Diario del Centro del País (Villa María, Córdoba); Revista Bohemia (Chaco), cooperativa Pucará; la cooperativa El Correo de Firmat; Ecomedios Lilimitada(Bahía Blanca); Jo Adrover, de la cooperativa La Minka (Salta), y La Posta de Lincoln (Buenos Aires), junto a la cooperativa La Cigarra, editora de este medio. Al documento también adhirió la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).
Corriente en contra “desde el minuto uno”
El Primer Encuentro Nacional de Trabajadoras de Medios Autogestionados emitió un fuerte cuestionamiento al la gestión nacional de Cambiemos: “Desde el minuto uno, el gobierno de Mauricio Macri, que adula permanentemente la democracia y la República, modificó con un decreto de necesidad y urgencia la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual que tantos años de debate, discusión y lucha nos costó”, recodaron las trabajadoras en el documento final, en el que también repasaron que “los despidos en el sector de prensa ascienden a 4 mil, el papel de diario cotiza a precio dólar y la distribución de la pauta oficial para medios cooperativos, populares y alternativos, se distribuyó a cuentagotas, mientras que las empresas monopólicas de comunicación se llevan diariamente sumas cuantiosas”.
Para las trabajadoras, ése el motivo “para instaurar el ajuste en cada título” y para “machacar en cada editorial con la miseria como destino inexorable”.
Frente a esa dirección no dudaron en ubicarse a contracorriente pese a los “muchísimos traspiés” que enfrentan:
“Con gran convencimiento continuamos abrazando la comunicación popular y autogestionada para levantar la voz, acompañar y visibilizar cada una de las luchas de este tiempo. Sobre nuestras espaldas cargamos con el enorme desafío de seguir pensando qué comunicación queremos construir, para quiénes y con qué intereses, cómo podemos fortalecer nuestras herramientas y cuáles son los aportes que este sector que ha transitado muchísimo y hoy cuenta con grandes experiencias”.
