La Justicia Federal de Rosario autorizó la donación de órganos entre pacientes vivos no relacionados de nacionalidad guatemalteca, primero en su especie que se llevará a cabo en la ciudad.
El paciente, que requiere con carácter de urgencia un trasplante de hígado como última posibilidad de salvar su vida debido al cuadro de cirrosis hepática descompensada que lo aqueja, llegó a Argentina para salvar su vida ya que en Guatemala no se realizan trasplantes hepáticos.
Pero ni su esposa ni su hermana son donantes aptas por el tamaño de sus hígados. Y el restante familiar que los acompañó a Rosario, su cuñado, no está autorizado por ley a donarle un órgano para trasplante por ser pariente «por afinidad» ya que la legislación está pensada en pos de evitar el comercio de órganos y el turismo trasplantológico.
De todos modos, luego de una solicitud de autorización interpuesta por las doctoras Julia Canet (también presidenta del Instituto de Derecho de la Salud y Bioética del Colegio de Abogados de Rosario) y Carina Mazzeo, y ante la certeza del riesgo de muerte real del paciente y la decisión «altruista y voluntaria» del cuñado (hace 20 años que está casado con su hermana), la jueza Sylvia Aramberri del Juzgado Federal 2 de Rosario emitió la resolución que autoriza el trasplante, aseverando que «negar el permiso solicitado para realizarlo significaría sentenciar a muerte al pretendido receptor y no priorizar su derecho consagrado constitucionalmente a la vida».
Así, la magistrada resolvió autorizar la donación de órganos referenciada, que será la primera que se lleva a cabo en Rosario entre pacientes vivos extranjeros no relacionados.
El paciente es atendido por el doctor Andrés Ruf, que integra el equipo de Trasplantes del Hospital Privado de Rosario.