Prueba y error. La construcción de un equipo, de una identidad de juego, la identificación de los roles y hasta las prioridades de protagonismo no surgen a la ligera, difícilmente sean producto de la casualidad y sólo en contadas ocasiones aparecen en la previa de una temporada. Por eso Rosario Basket busca en cada partido de fogueo, en cada práctica, ir definiendo roles para llegar a punto al jueves 24 de octubre, cita obligada con Norte de Armstrong y con el inicio de su segunda campaña en la Liga Argentina. Segunda porque ese América que lució en la tarde del sábado en su pecho en el antecesor directo de Rosario Basket y por donde se quiera ver, parte de su esencia, sus colores y su andar en el Carrillo.
En el amistoso ante Sportivo Las Parejas, el Verde (al menos anoche lo fue) fue de menor a mayor ante un rival que también mostró claroscuros en su rendimiento. Típico de pretemporada diría algún veterano cronista.
El Lobo comenzó más prolijo dentro de un trámite vertiginoso y sacó provecho de la velocidad de Traverso, pero cuando eligió jugar largo, halló el certero lanzamiento de media y larga distancia de Saiz (20). Julián Oña sufrió rápido la baja de Negri por una contractura, pero no lo sintió en la primera parte, que dominó en ambos costados ante un Rosario que se cansó de perder balones por confundir rapidez con apuro.
Hugo Luna dispuso en el segundo parcial de una variante táctica que supo utilizar en la pasada campaña: Rosario se fue a zona y controló durante largo rato a su rival, que no encontró los caminos al gol. En ofensiva Sharwyn McGee (14 tantos, 15 rebotes) aportó mucho sin que le den tanto juego porque el tipo de autoabastece con rebotes en ataque para anotar en segundas chances, algo que le dará espacios a Meinero. Stival (10) fue un buen complemento para los internos en su regreso al básquet de la ciudad.
Y si en el segundo cuarto Rosario se puso en juego, en la segunda mitad construyó la victoria. Fue importante que aparecieran algunos triples en las manos de Giarraffa, Koch, Mendia (10) y Meinero (23 puntos, 8 rebotes), porque se generaron espacios.
En defensa también mejoró Rosario y poco a poco, entre la rotación y el recambio el negocio fue para los de Luna que redondearon un muy buen segundo tiempo. El camino ascendente de rendimiento es evidente, aunque seguramente faltan piezas por acoplar (Deon Baker jugó poco yo todavía no mostró demasiado), pero el camino apenas está empezando.
SÍNTESIS
ROSARIO BASKET 76: Matías Stival 10, Julián Mendia 10, Joaquín Giarraffa 8, Andrés Meinero 23, Sharwyn McGee 14 (fi) Daniel Gauna 1, Deon Baker Jr. 2, Francisco Zuccali 0, Nicolás Rufer 3, Diego Koch 3, Mateo Ceñera 2. DT: Hugo Luna.
SPORTIVO LAS PAREJAS 63: Ramiro Iglesias 8, Alejo Taverso 12, Ángelo Carlachiani 7, Fabián Saiz 20, Mauro Negri 0 (fi) Facundo Marcos 7, Juan Bruni 2, Juan Dassie 5, Manuel Silvano 2. DT: Julián Oña.
ESTADIO: Rodolfo Carrillo (Sportivo América)
ÁRBITROS: Cascardo, Petrone y Nieto
PARCIALES: 15/23, 27/33 y 49/49
LLEGÓ BAKER
Deon Baker Jr. se sumó a Rosario Basket en reemplazo de Nashawn Carter. Es un perimetral corpulento que jugó apenas unos minutos (casi cinco) con 2 puntos y 2 rebotes.
CARRILLO RENOVADO
Mucha pintura, mucho trabajo y look nuevo para el Carrillo, que se prepara para la Liga Argentina. Además, se colocó un mangrullo para la transmisión televisiva.
CLÍNICA DE ÁRBITROS
El duelo sirvió como plataforma de pruebas para la clínica arbitral que hizo la Rosarina. Dirigieron cuatro tríos diferentes, observados por sus compañeros.
