Rosario lo tuvo contra las cuerdas al campeón pero cometió errores fatales que dinamitaron sus aspiraciones de triunfo. El Ñandú cayó de visitante ante Tucumán por 27 a 24, en el Parque 9 de Julio, más conocido como la Caldera del Parque, por la tercera fecha del Campeonato Argentinos de Uniones.
El apertura Juan Novillo fue el goleador y la figura del partido con 22 puntos. Ahora al seleccionado de la URR le restan dos compromisos de local ante Alto Valle y Salta, que debe ganar para tener aspiraciones, aunque el sueño del título quedó muy lejos.
Rosario tuvo un primer tiempo donde contrarrestó y neutralizó los embates tucumanos, y además estuvo muy disciplinado. Por eso logró irse al descanso 17 a 10 arriba. El Ñandú fue muy efectivo en esos primeros 40 minutos, las pocas veces que se acercó al ingoal local volvió con puntos a favor.
Pero en el complemento fue todo muy diferente. Rosario recibió tres amarillas y cometió ocho penales, que el elenco naranja capitalizó a su favor, no sólo para salir con tranquilidad de su campo sino para canjearlos por puntos. A Rosario le costó obtener la pelota y cuando lo lograba, se desprendía de la guinda con una facilidad asombrosa.
A pesar de no poder hacer pie en el partido y de ser superado en la batalla de los forwards, el Ñandú se las arregló para estar cerca en el marcador.
Sobre el final cuando, Rosario caía por 22 a 17 y estaba cerca del ingoal rival, un error en ataque que terminó en tarjeta amarilla a instancias del TMO (la actuación de la terna arbitral es para un libro aparte) derivo en salida de Tucumán que después de otro error rosarino, hizo que Agustín Cortés llegara al try y decretara el triunfo local.
Después hubo tiempo para el descuento, try de Scaglione y conversión de Miralles, pero sirvió de poco. Rosario dejó escapar otra oportunidad y ahora habrá que esperar otro año para volver a soñar con ganar el Campeonato Argentino de Uniones.
