El crecimiento urbano que tuvo Rosario en los últimos años abrió un importante desafío: la movilidad. Hace un largo tiempo que el municipio busca descongestionar el tráfico vehicular y fomentar el uso del transporte no motorizado. En este debate entró en juego el rol de la bicicleta, que además de no contaminar el medio ambiente implica un ejercicio físico para el ser humano. Debido a esto, la ciudad extenderá antes de finalizar el año su actual red de ciclovías de 98,8 a 105 kilómetros. También se trabaja para la puesta en marcha del sistema de bicicletas públicas.
Los números que arroja la extensión de la red de ciclovías son positivos: según datos del Ente de la Movilidad, desde el 2008 a la fecha se redujeron en un 65 por ciento los accidentes de tránsito que involucran a un ciclista.
La implementación de una red de ciclovías -constituida por ciclovías, bicisendas y espacios compartidos- cumple un rol fundamental para un futuro donde la bicicleta se use masivamente como vehículo de transporte. Para dicho objetivo, la Municipalidad trabaja estratégicamente para conectar distintos corredores, de manera que sea más seguro el traslado para los ciclistas.
La titular de la Agencia de Movilidad y Seguridad Vial, Mónica Alvarado, contó que la incorporación de la bicisenda sobre avenida Rouillón, entre bulevar Seguí y Presidente Perón ya está en marcha. En dicho sector, la remodelación integral de la pavimentación implica la inversión de 22 millones de pesos.
Además, se estima que en dos meses se llevará a cabo la ampliación de la ciclovía sobre avenida Pellegrini entre Balcarce y avenida Francia. La intervención contempla la rotura parcial del cantero central de bulevar Oroño y avenida Pellegrini para permitir la instalación de la ciclovía.
Una vez finalizados estos trabajos, se avanzará con la ciclovía sobre avenida Sabín, entre Cándido Carballo y Alberdi.