En los últimos cuatro años casi 20 mil santafesinos terminaron de rendir materias adeudadas del secundario y consiguieron su título mediante el plan nacional de tutores llamado Fines. La mayoría eran personas de más de 25 años que aprobaron gracias a clases semanales, trabajos prácticos y sin necesidad de mesa de examen escrito u oral. Uno de cada diez establecimientos educativos públicos funciona como sede del programa, que cuenta con más de 700 tutores, y Rosario, en comparación con otras ciudades de similar envergadura como Córdoba y Mendoza, es la primera en cantidad de sedes.
Del cántico “Bariló, Bariló…” sólo queda la fotografía panorámica grupal en la pared de la habitación. Quizás no hay horizontes universitarios o la imperiosa necesidad de trabajar frena la continuación de los estudios. Tal vez, las materias Literatura, Física e Historia se convierten en la molestia veraniega del ahora ex alumno que adeuda materias de su quinto año. El tiempo transcurre. Es un fenómeno nacional e internacional. El mismo que posiblemente motivó la apresurada calificación de periodistas y/o improvisados analistas locales como “la generación Ni-Ni”, esto es, jóvenes entre 18 y 24 años que ni trabajan ni estudian ni hacen nada.
Sin importar la orientación de la escuela –técnica, comercial o educación polimodal–, desde 2008 hombres y mujeres dentro de este rango etario tienen la posibilidad de ponerse al día y obtener el título del secundario. La nueva opción para los chicos que terminaron el cursado y les quedaron materias pendientes se llama “Plan Fines” (Plan Nacional de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios para jóvenes y adultos). Se trata de un programa de tutorado que tuvo muy buenos resultados en Santa Fe. Así lo destacaron desde el Ministerio de Educación provincial, que coordina las acciones de la iniciativa nacional.
Según confirmaron a El Ciudadano desde la cartera educativa, en cuatro años fueron 19.912 santafesinos los que han completado sus estudios. Esta cifra posiciona a Santa Fe sobre otras provincias similares como Mendoza, que tuvo 12 mil graduados a partir del Fines.
Dispersos por el territorio provincial hay 720 tutores –que perciben unos mil pesos por mes a cuenta de su trabajo– encargados de la tarea. Diferente de los acotados planes de estudio del Eempa (destinados para adultos), las apoyaturas obligan a que el joven regrese al aula para tener clases bajo el reglamentado módulo de 40 minutos, con la diferencia de poder rendir materias específicas como Derecho o Psicología.
La mayor parte de los nuevos graduados corresponden a la primera línea del Fines, destinada a mayores de 25 años que adeudaban materias del secundario. “Gracias al sistema de tutores, que permite al trabajador compaginar su vida cotidiana con el estudio, muchos santafesinos pudieron obtener el título secundario. La ventaja es que estos alumnos rinden mediante la presentación de trabajos sin necesidad de una mesa de examen final”, explicó a este diario la directora de Educación para Adultos de la cartera provincial, Noemí Stara.
En la segunda línea del Fines, destinada a alumnos menores de 25 años, posee el mismo sistema de tutorías semanales que permitió terminar sus estudios con mesa de examen final. “Es bueno para las personas que han emprendido caminos laborales con horarios complicados”, calificó la funcionaria.
Bajo la órbita del Ministerio de Educación santafesino, un 9 por ciento del total de los establecimientos funciona como sede del Fines. Se trata de 368 instituciones entre medias, técnicas y de adultos dispersas por la provincia. La Dirección de Adultos aporta 90 de sus 828 centros de formación como sedes del Fines. En la habitual comparación con urbes de características análogas Rosario se encuentra entre las ciudades con más cantidad de sedes en escuelas medias. Con un total de 43 establecimientos, la ciudad se posiciona primera en un podio al que le siguen la capital santafesina (32 sedes), la cordobesa (27 sedes). Según la página web del plan –http://www.fines.educ.ar/– otra referencia es la capital mendocina que alcanza las 17 sedes para el tutorado.
Si bien no es la opción más popular en Santa Fe, el plan disponía la posibilidad de tutorías a distancia mediante el portal Educ.ar. En ese sentido, las interfaces virtuales eran orientadas a la inserción laboral, cuyo mercado requiere cada vez más la finalización de estudios secundarios como mínimo. De acuerdo con el sitio web, se trata de cursos de dos meses de duración de técnicas de estudio, armado de curriculum vitae y búsqueda laboral y aplicaciones básicas de computación. Pero según indicaron desde el Ministerio provincial, lo más importante en educación de adultos es la instancia presencial. “Muchos alumnos no cuentan con computadoras en sus domicilios. Es muy escaso el trabajo virtual. Se trata más de aprovechar la clase. El alumno adulto no tiene tiempo extra para dedicarle”, apuntó Stara.
Respecto de los materiales necesarios para las clases tutoriales (libros que también fueron digitalizados), la funcionaria calificó como bueno el tiempo y la forma en que arribaron a la provincia. “Lo importante es saber que la mayor parte de las escuelas cuentan con cañones u otros dispositivos para proyectarlo”, agregó la directora.
De carácter “excepcional, específico y a término”, el programa de Nación generó titulares en medios de todo el país. “Mil alumnos terminaron sus estudio por el Fines” de la Universidad de Lanús en Buenos Aires; otros nuevos graduados en Ciudad de Nieva, provincia de Jujuy; o más emotivo: “Diez alumnos culminaron el primario por el plan Fines” en Paclín, Catamarca, un departamento que en 2001 tenía 4.290 habitantes y en 2010 perdió 105.
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