Según un estudio del Centro de Información Económica (CIE) de la Municipalidad de Rosario, la actividad privada local no mostró contracción durante el segundo trimestre del año. Mientras que en el primer trimestre la actividad se redujo 19,8% con respecto al trimestre anterior, en el segundo se mantuvo relativamente estable, con un leve aumento trimestral de 1,4%.
Si bien en el primer trimestre todos los sectores continuaron profundizando su caída respecto al trimestre anterior, salvo construcción, que se mantuvo relativamente estable, en el segundo trimestre, Industria y Servicios privados continuaron contrayéndose, aunque a una menor tasa, mientras que Comercio y Construcción mostraron señales de recuperación parcial.
Pese a este incipiente repunte, y a que las fluctuaciones en la actividad no cumplen con el criterio estándar de recesión –que exige al menos seis meses consecutivos de caídas–, “un análisis del CIEM que identifica “puntos de giro en las series” establece que la actividad económica se encuentra en recesión desde abril de 2023.
El informe analiza la evolución reciente de la actividad económica local, utilizando datos de facturación privada declarada base DReI a valores constantes ajustados por estacionalidad.
Comparación con Nación
Usando la misma metodología de identificación de puntos de giro aplicada en Rosario, se observa que la actividad nacional también se encuentra en una fase recesiva, pero desde junio de 2022.
Dado que actividad económica privada de Rosario y la total –pública y privada– de Nación se encuentran en recesión, el informe se plantea hipótesis de duración y profundidad de la caída desde enero de 2011 a la actualidad.
Rosario y Nación atraviesan sus fases recesivas más prolongadas del período analizado. Hasta junio, la economía local acumula 15 meses de recesión, mientras que a nivel nacional esta se extiende por 25 meses, superando ampliamente el tiempo promedio de duración de fases anteriores.
Asimismo, aunque la fase recesiva en Rosario comenzó casi un año después que en Nación, la contracción es más intensa en la Ciudad (-21,2% vs. -8,1%). Las recesiones en Rosario tienden a ser en promedio más cortas (8,5 vs. 11,4 meses) pero con caídas más pronunciadas (-12,5% vs. -9,7% entre pico y valle). Una situación similar se observa en las fases expansivas: a nivel local, estas fases tienen una duración promedio similar a la nacional (16,3 vs. 16,4 meses), pero son más intensas en Rosario (20,7% vs. 12,9% para Nación).
A pesar de las diferencias en el momento de inicio y la intensidad de la contracción en la fase en curso, ambas series se sitúan en 2024 en un nivel similar al de 2019. Esto es posible porque, tras la contracción de abril de 2020, Rosario experimentó una recuperación más rápida y pronunciada producto de la fuerte expansión de Comercio e Industria.
En contraste, la recuperación a nivel nacional fue más gradual y se mantuvo relativamente estancada, sin alcanzar los picos observados en Rosario. Además, Rosario atravesó una breve fase recesiva entre abril y octubre de 2022, seguida de una nueva expansión que culminó en abril de 2023 con su máximo histórico.
Desde entonces, ha comenzado una nueva fase recesiva en la economía local, mientras que a nivel nacional no se produjo un cambio de fase intermedio. Resulta interesante resaltar que Comercio e Industria los dos sectores que más contribuyeron en la expansión de la actividad local posterior a abril de 2020, en la fase en curso son también los que más explican la caída, e incluso fueron los primeros que comenzaron a mostrar signos más claros de contracción sostenida, sumándose luego Construcción y más entrado el año Servicios privados.
El nivel de actividad económica en Rosario en junio de 2024 se ubica 21,2% por debajo del máximo de la serie alcanzado en abril de 2023, aunque 41,4% por encima del mínimo histórico alcanzado en abril de 2020. A nivel nacional, la economía se sitúa 8,4% por debajo de su máximo anterior, ocurrido en noviembre 2017 y 31,6% por encima del mínimo histórico de abril de 2020.
Por último, los datos recientes muestran posibles signos de recuperación parcial, aunque aún son heterogéneos. En julio, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI – Indec) presentó una variación mensual de 6,9%, marcando el primer dato positivo y significativo del año.
Además, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC – Indec) también reportó una variación mensual de 8,0% en julio, acumulando cuatro resultados positivos consecutivos. Sin embargo, la Confederación Argentina de Medianas Empresas (CAME) informó que tanto en julio como en agosto, las ventas minoristas se contrajeron 1,6% mensual en cada mes. Aunque algunos sectores muestran señales de alivio en sus caídas y ciertas recuperaciones parciales, la información actual no es suficiente para determinar el momento el cambio de fase, tanto a nivel nacional como local.
